En 48 horas, de la camiseta de manga corta al abrigo y el paraguas. Un frente polar congela desde el martes la primavera asturiana. Ayer, los termómetros no superaron los 14 grados de máxima mientras que el lunes se alcanzaron los 25. No será, sin embargo, la única borrasca que afectará al Principado: otras dos están en camino y dejarán el próximo fin de semana, de puente festivo, más lluvias y nieve, como aseguró a LA NUEVA ESPAÑA el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Manuel Antonio Mora.

El pronóstico no cambia para hoy. Se prevén precipitaciones débiles y algún chubasco ocasional, más probable en la mitad este, y cota de nieve entre 600 y 800 metros. Mañana, en cambio, el mal tiempo dará una tregua, ya que se esperan cielos despejados y temperaturas en ascenso antes de la entrada de dos borrascas (una por el sur y otra por el Atlántico) el fin de semana. La estabilidad volverá el lunes, Primero de Mayo.

La temperatura más elevada en Asturias ayer se registró en Castropol, 13,7 grados, mientras que Pajares tuvo la más baja, con 3,1 bajo cero.

La nieve apretó sobre todo en el Suroccidente asturiano después de una semana marcada por temperaturas veraniegas. La lluvia, el granizo y los copos aparecieron en la zona a primeras horas de la mañana, convirtiendo los paisajes por encima de los 700 metros de altitud en estampas puramente invernales. Uno de los lugares en los que la nieve se dejó ver fue en la villa tinetense, donde a los termómetros les costó superar los cero grados centígrados. Los copos tiñeron de blanco los tejados de las casas.

No obstante, la intermitencia de las precipitaciones hizo que el espesor de la nieve fuese de pocos centímetros en las zonas más altas y su permanencia efímera en la mayor parte de los lugares que recibieron la visita de esta nevada primaveral.