La sidra es una bebida elaborada a partir de zumo fermentado de manzana. La bebida fabricada con otros frutos asturianos puede tener la máxima calidad y venderse sin ningún problema, pero no bajo la denominación de sidra. Éste es el argumento esgrimido por la Administración para prohibir al llagar naveto Viuda de Angelón la comercialización de su sidra de pera, producto innovador que venía fabricando desde 2011 y que ya había conseguido hacerse un hueco, aunque su producción nunca fue demasiado elevada. La primera remesa fue de 12.000 litros. Un portavoz de la empresa confirmó ayer a LA NUEVA ESPAÑA que ya ha cesado la fabricación y distribución de la bebida, aunque advirtió de que las tiendas y bares que aún la tengan pueden seguir vendiéndola hasta agotar las existencias.

Viuda de Angelón tiene la posibilidad de seguir comercializando este producto con otra denominación, algo que no está decidido pero que, en principio, no parece probable.

El real decreto aprobado en febrero por el Ministerio de Agricultura en el que se recogen las distintas categorías de la sidra no incluye la de pera, pese a que su elaboración en Asturias no es nueva y a que se hace en países como Canadá, Finlandia y Francia. Sí que autoriza la normativa lo que define como "sidra con zumo de frutas", que sería un producto creado a partir del mosto fermentado de manzana al que se le añaden jugos y concentrados.

La marca gallega Maeloc, del potente grupo cervecero Estrella Galicia, fabrica y comercializa sidras "con sabor" a pera, mora y fresa, pero la bebida no está hecha con esas frutas.

La pera recogida en Piloña con la que trabajaban en Angelón tiene un proceso de maduración prácticamente idéntico a la manzana y el producto ha venido elaborándose con doble fermentación, dando una bebida con más potencia tánica que la de manzana y, por ello, más amarga.

El color es similar al de un vino blanco albariño de tonos verdosos. Además, no produce espuma, porque tiene menos proteína y menos gas carbónico que la sidra de manzana.

El enólogo de Sidra Angelón, Fran Ordóñez, ha definido a su bebida de pera como "muy ligera, con un toque de secante y unos cinco grados de alcohol". A su juicio, marida bien con pescados y postres por un toque dulce final.

El empresario y comerciante Roberto Aramburu, que vende el producto, criticó ayer la prohibición. "Es un sinsentido: la sidra de pera siempre se llamó sidra, aquí y en otros países", subrayó. A su juicio, "si hubo una denuncia, la Administración nunca debió tomar una decisión que va contra la innovación y el campo asturiano".

La sidra asturiana se abre camino en Estados Unidos (EE UU), donde la sagardoa vasca tiene puestas todas las expectativas de desarrollo internacional de la mano de sus cocineros más internacionales. Fran Ordóñez, de Sidra Viuda de Angelón, y Raúl Riestra, de Sidra Riestra, se encuentran en Nueva York presentando y dirigiendo catas de sidra, tanto de la variedad tradicional como de las espumosas y de nueva expresión. Lo que más está llamando la atención de los estadounidenses es el rito del escanciado, el gran rasgo diferenciador del producto asturiano.