El desprendimiento de la roca en la que habían instalado un punto de reunión es la hipótesis más plausible que maneja la Guardia Civil para explicar la tragedia del Espolón del Jisu, en la que tres escaladores zamoranos perdieron la vida el pasado sábado. Así lo señaló el teniente Pablo Villabrille, jefe de la sección de Montaña con base en Cangas de Onís y del operativo de rescate, poco después de que el helicóptero BO105 de esta unidad evacuase, uno a uno, y aprovechando una ventana de buen tiempo de apenas "media hora", los cadáveres de los tres montañeros. Villabrille vio poco posible una de las posibilidades con las que especulaban ayer algunos miembros de la familia montañera, que un bloque se hubiese golpeado a los tres infortunados, arrastrándolos en su caída. Es más posible que, antes de iniciar el último largo que les hubiese llevado a la cima, hubiesen preparado un punto de reunión, anclándose a una roca que se desprendió, haciéndoles caer 195 metros, según indicó el teniente.

Ayer terminó la terrible espera de los familiares de Fernando Casquero, de 46 años; Daniel Camarzana, de 21; y Rubén González, de 19. Fue una operación "complicada", aunque no de las más difíciles que ha tenido que realizar esta unidad. En torno a las seis de la mañana salió un grupo de agentes de Montaña hacia el lugar donde se encontraban los cadáveres ya preparados para su evacuación por aire. Hubo una primera salida del helicóptero de la Guardia Civil con base en León, pero hubo de regresar ante la imposibilidad de aproximarse. Entró luego el helicóptero con base en Asturias. "Se realizó un apoyo parcial de la pala apara bajar a los rescatadores y luego se fueron trasladando uno a uno los cadáveres hasta Áliva y después al helipuerto de Tama. En apenas veinte minutos estaban los tres cuerpos en Áliva", indicó Villabrille. Eran las nueve de la mañana. Luego se intentó volar con los cuerpos al Hospital de Valdecilla, pero el mal tiempo lo impidió, y fueron evacuados por carretera.

En Valdecilla, donde se practicaron las autopsias, esperaban los familiares, que han decidido que los actos de homenaje y recuerdo que se realicen durante los próximos días sean de forma conjunta y por ello, los tres cuerpos serán trasladados a la Funeraria La Soledad de Zamora hoy por la mañana, donde se instalará la capilla ardiente. A última hora de la tarde se oficiará, también de forma conjunta, el funeral por el eterno descanso de los montañeros en la iglesia de María Auxiliadora.

"Estamos muy agradecidos a toda esta gente que nos ha ayudado tanto, a los facultativos, a los medios de comunicación, a las autoridades que nos han acogido, a todos los que se han preocupado por nosotros", transmitió el padre de Rubén González. "Los tres juntos fueron a la montaña y los tres juntos estarán en los actos que organicemos", aseguró para añadir: "La montaña los llamó y la montaña se los llevó".

"Nosotros somos montañeros, nos gusta la montaña y nos gusta nuestra actividad. Ellos estaban realizando lo que les gustaba. Sabemos que tenemos un riesgo que ahí está y lo asumimos", dijo por su parte Tomás Santiago, presidente de la Agrupación Montañera Zamorana, ejerciendo de portavoz de los familiares. "Tenemos aquí a las máximas autoridades y están intentando por todos los medios agilizar todos los trámites. Me consta, porque estoy con ellos, que la cosa va por buen camino, pero estamos en ello", añadió. Otro montañero de la Agrupación dijo: "La gente de la Montañera sabemos lo que es estar ahí, sabemos lo que es este veneno de la montaña, y hemos tenido la gran suerte de encontrarnos con unos familiares que son unas personas increíbles".

Hasta el Instituto Anatómico Forense del Hospital de Valdecilla se acercó el delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, para dar su pésame a los familiares, con los que estuvo en contacto los últimos días. Además, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, aseguró: "Son catástrofes que ocurren, por desgracia, no solamente aquí sino en todo el mundo. Hay gente que tiene la afición de hacer este tipo de cosas, y a veces se complican".

Mientras tanto, en Zamora, los compañeros de trabajo de Fernando Casquero en el Hospital Virgen de la Concha protagonizaron un emotivo minuto de silencio. Casquero trabajaba como enfermero en el servicio de hemodiálisis. Hoy será un día de luto de los que no se olvidan en Zamora, con el funeral por sus tres escaladores.