La justicia asturiana estará caminando hacia el "papel cero" y el expediente electrónico, pero lo cierto es que, en el día a día, las nuevas tecnologías hacen aguas. Que se lo digan al magistrado José María Serrano, titular del Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo, que ayer tuvo que suspender una vista al no poder tomar declaración por videoconferencia a un testigo crucial en un caso de estafa. Ciertamente, no es que el testigo estuviese a una enorme distancia de Asturias. Tenía que declarar desde los Juzgados de La Coruña. Pero hay un problema. Los sistemas de videoconferencia judicial de Galicia y Asturias al parecer no son compatibles, motivo por el que al testigo en cuestión se le podía escuchar en la sala de vistas, pero no se le podía ver, lo que invalidaba su posible declaración.

No es la primera vez que le ocurría al magistrado Serrano, que antes de suspender la vista anunció su intención de remitir un oficio a la Dirección General de Justicia dando cuenta de esta insostenible situación y de su intención de no fijar una nueva vista en tanto no se establezca un sistema de videoconferencia compatible. Ya el año pasado se constataron, por ejemplo en la Audiencia Provincial, los problemas parta conectar con otras sedes judiciales. El Principado se comprometió a cambiar los equipos.

Dicho sea de paso, era la tercera vez que, en el juzgado de Serrano, se suspendía la vista de este juicio contra un portero de la calle Pedro Masaveu de Oviedo, acusado de aprovecharse del conocido escritor Vicente Rodríguez Balbín, cuando éste contaba 98 años (dos años antes del fallecimiento de la víctima en 2015), al que le habría sacado 43.474,71 euros, siempre según el denunciante -un sobrino de la víctima, precisamente el testigo que no pudo declarar ayer- y la Fiscalía, que pide una condena de tres años de cárcel por estafa.

La fiscal propuso tomar declaración al testigo en la cárcel coruñesa de Teixeiro, donde al parecer "el sistema no falla". O incluso por Skype, a través del ordenador del secretario, como ha ocurrido ya alguna vez. "Necesitaríamos una cámara", anunció la agente judicial. Al escuchar la conversación que se desarrollaba en la sala de vistas, el testigo -pese a que está enfermo- propuso desplazarse hasta la cárcel, pero el magistrado lo consideró improcedente. Ante esta situación, la fiscal pidió la suspensión, puesto que se trataba de un testigo crucial para mantener la acusación, y la defensa, a cargo del letrado Luis Nogueiro, también se avino a señalar una nueva vista.