"Y, cuando estos pétalos blancos se caigan, aquí saldrá el fruto". Un hombre mira con detenimiento, y a escasos centímetros, la rama de un manzano. A su lado, una mujer con la que intercambia comentarios le imita en el mismo árbol. Más allá hay dos niños con sus padres que también escudriñan las cañas de otro frutal. Y así hasta llegar a casi un centenar de personas. La primavera ha cubierto de un manto blanco las pumaradas de Nava, y nadie quiere perderse el preludio del nacimiento de la manzana. De la materia prima que da origen al nombre de una comarca, la de la sidra, que comparte este fenómeno con una visita guiada anual. La de ayer fue la décima edición y consiguió reunir a casi un cetenar de visitantes, que se quedaron "totalmente impresionados".

"Es un espectáculo. Es precioso ver los manzanos en flor y, además, de que te expliquen cómo es el proceso y la singularidad de la fruta". Ana María Granado y Alejandro Toledo, de la localidad gaditana de Arcos de la Frontera, fueron dos de los integrantes de la visita. Él está en Asturias por motivos laborales, y ella de visita. Decidieron sumarse a la iniciativa porque disfrutan "conociendo la cultura" de las regiones que visitan, y hasta ayer tenían una deuda pendiente con la sidra.

Precisamente, esa inquietud llevó a Granado a visitar un acontecimiento similar el año pasado, la fiesta de la flor del cerezo en el extremeño Valle del Jerte. "Tuve mala suerte porque me pilló después de un día de lluvia y no había mucha flor; pero la del manzano no tiene nada que envidiar", afirma la joven sin dudar.

Pese a que originalmente esta iniciativa está pensada para atraer a turistas foráneos, sorprende ver que la mayoría de los asistentes son del Principado: "Expertos en beber la sidra que no saben de dónde sale la manzana con la que se hace".

"Habíamos visto alguna pumarada pequeña, la típica de cuando vas por algún sitio y ves una finca con manzanos. Pero tantas hectáreas juntas, y encima en flor como aquí, nunca. Es una pasada", aseguran a dúo Silvia Fernández y Manuel Bobes. Pese a que ambos se confiesan amantes de la sidra, reconocen haber descubierto un nuevo horizonte tras la visita. "Hay cosas de las que no tenía ni idea. Como que, por ejemplo, en Asturias hay 2.000 variedades de manzana. Me parece una locura", afirma Bobes.

El encargado de dejar boquiabierto a base de datos y resolver las dudas del auditorio es Jorge García. El director de Producción Vegetal de Campoastur recorrió con los visitantes las hectáreas de manzano que, "con el cuidado necesario, siempre lo más natural posible". "Con tanto mimo normal que esté tan buena, ahí tiene que estar el secreto", se escucha a uno decir a uno por lo bajo. Y es que ya lo dice García: "Estas frutas servirán para hacer la mejor sidra".