Era una reunión informal, pero los estudiantes habían avisado a los medios y la directora general de Universidades, Cristina Valdés, se encontró con inesperados micrófonos en la tarde de ayer. Valdés y los representantes del Consejo de Estudiantes y de las Asambleas de Estudiantes de la Universidad de Oviedo se reunieron durante casi dos horas para hablar de las tasas académicas y los precios de las matrículas.

Bajarlos es una reivindicación de los jóvenes, pero la decisión de hacerlo depende de muchos factores y no está en manos de una sola persona. Dos reivindicaciones, conocidas y ayer confirmadas, sobre la mesa: que de forma progresiva los precios de las matrículas de los grados y los másteres acaben confluyendo (a la baja, se entiende), y que esa misma confluencia se produzca entre los precios de la primera matrícula y las posteriores en el caso de que el alumno necesite más convocatorias para superar la asignatura.

Una tercera reivindicación se enuncia más facilmente: que las matrículas cuesten menos. Grados y másteres. Los estudiantes recuerdan a la Administración que los precios son más asequibles en las comunidades vecinas como Galicia o Cantabria. Galicia tiene las matrículas más baratas del país, mientras que Cantabria trabaja con precios más reducidos que el Principado pero "castiga" mucho más que Asturias las terceras y cuartas matrículas. De hecho Asturias es la segunda comunidad más benévola con los estudiantes que necesitan más de un turno de matrícula.

El anuncio del Gobierno central de que la aprobación de los presupuestos supondrá reducir el coste de matrícula de los másteres no habilitantes, tuvo comentario oficioso desde el Principado: "ellos marcan la reducción pero no habla de compensaciones".