Varios profesionales sanitarios del centro de salud de Pola de Lena han denunciado a un paciente de 85 años que, según aseguran, los ha amenazado en repetidas ocasiones con "pegarles un tiro". Estos médicos y enfermeros -en realidad, todos ellos son mujeres- se han tomado en serio la amenaza porque el hombre es cazador, dispone de licencia de armas y poseía una escopeta que, según las fuentes consultadas por este periódico, le ha sido confiscada por la Guardia Civil. El juicio penal ha sido señalado para el mes que viene. En un principio, la conducta del paciente ha sido tipificada como delito leve, pero esta consideración podría variar en el transcurso del proceso judicial.

El denunciado vive en un pueblo de Lena. "Es bien conocido tanto en el centro de salud de Pola de Lena como en el Hospital Álvarez-Buylla de Mieres", explicaron a este periódico fuentes conocedoras del caso. "Si se le da lo que quiere, no pasa nada; pero en cuanto se le lleva la contraria en algo se pone hecho una fiera", precisaron las citadas fuentes.

En el centro hospitalario, las visitas de este pacientes son seguidas de cerca por los vigilantes de seguridad, que reciben aviso de los profesionales sanitarios en cuanto éstos le ven llegar. En el centro de salud, que no dispone de seguridad privada, las médicas y enfermeras suelen avisar a la Guardia Civil. "A veces llega algún agente, otras veces no, porque están ocupados", indican los observadores.

Los "malos modos" y la "conducta agresiva" que los profesionales sanitarios atribuyen a este usuario vienen de años atrás, pero en los últimos meses las amenazas han alcanzado unas cotas que les han llevado a preocuparse de verdad. Por eso algunas de las afectadas han puesto el caso en manos del abogado penalista Luis Tuero, quien ha declinado pronunciarse al respecto. Ante la llamada de este periódico, sólo quiso puntualizar que el juicio tendrá lugar "a finales de junio en el Juzgado de Pola de Lena".

Los conocedores de la situación -cada vez más, porque la historia ya se ha extendido por el pueblo- no consideran, al menos a priori, que el hombre padezca enfermedad psiquiátrica alguna. Dan por sentado que sencillamente se trata de una persona muy belicosa que centra sus iras en las mujeres (médicas y enfermeras) que le prestan asistencia. "Da la impresión de que sabe que con 85 años no se puede hacer nada contra él desde el punto de vista legal, y que eso le envalentona", señalan los observadores.

El Colegio pide seguridad

Hace menos de dos meses, la médica de guardia del centro de salud de Lugones (Siero) fue amenazada con un cuchillo por un joven de 18 años que supuestamente había accedido al edificio para robar. Según el Colegio de Médicos de Asturias, en el Principado se registran cada año entre doce y trece denuncias de médicos por agresiones (verbales en su mayoría, pero también algunas físicas) y vejaciones por parte de los usuarios. Con motivo del suceso de Lugones, el presidente colegial, Alejandro Braña, denunció la "absoluta falta de seguridad en el puesto de trabajo de algunos facultativos" y exigió a la Administración "que resuelva el problema de una vez por todas".