Las herencias entre padres, hijos y cónyuges pagarán menos por el Impuesto de Sucesiones a partir del 1 de junio. El Consejo de Gobierno dio ayer luz verde al proyecto para rebajar ese tributo, que incorpora todas las novedades pactadas con el PP asturiano, entre las que destaca aumentar el mínimo exento hasta los 300.000 euros, siempre que la herencia sea por línea directa, así como mejorar el tratamiento de la vivienda habitual y las donaciones directas.

La aprobación definitiva de la ley, preceptiva para su entrada en vigor, queda ahora en manos de la Junta General. El Ejecutivo socialista reclamará "prioridad" para la tramitación de esta reforma legislativa en medio del atasco en el que lleva inmerso el parlamento autonómico desde que arrancó el presente período de sesiones en febrero pasado y del que responsabilizó ayer, en mayor medida, al grupo parlamentario de Podemos. "Lo que asumimos lo cumplimos", recalcó el portavoz del Gobierno socialista, Guillermo Martínez.

La intención del Gobierno regional es imprimir ahora "la mayor celeridad" a la reforma de Sucesiones "para que pueda ser aprobada en este período de sesiones", que finaliza el próximo mes de julio. Guillermo Martínez afirmó que con el paso dado ayer para rebajar el tratamiento de las sucesiones y las donaciones en línea directa "mantener el embuste de que Asturias es un infierno tributario supone una mentira de tamaño colosal". Si se cumple el cronograma del Principado, las medidas entraran en vigor a partir de junio.