La Dirección General de Tráfico (DGT) identifica tres únicos puntos negros en las carreteras asturianas, todos repartidos en apenas 35 kilómetros de la misma vía, el Corredor del Narcea (AS-15), y concentrados entre las inmediaciones de Soto de los Infantes (Salas) y el entorno del Puente del Infierno, en Cangas del Narcea. Una respuesta parlamentaria del Ministerio de Fomento al diputado socialista asturiano Antonio Trevín detiene el recuento de los trayectos peligrosos asturianos en un tramo de cien metros alrededor de Soto de los Infantes, en otro de longitud análoga localizado nada más superar el embalse de Pilotuerto y en trescientos metros ubicados justo antes de llegar al cruce del Puente del Infierno para el que viaja en dirección a Cangas.

En estos tres trozos de la carretera que acompaña el curso del Narcea empieza y culmina la lista que resulta del último análisis de la DGT y Fomento precisa en su descargo que la metodología para la determinación de puntos negros se encuentra en pleno proceso de revisión. La parquedad de la relación se ve llamativa a los ojos de Trevín sobre todo después de comparar esta lista escueta con diagnósticos más amplios como los del Real Automóvil Club de España (RACE). La interpretación del parlamentario intuye motivos económicos detrás del dictamen de Fomento, toda vez que "determinar solamente tres tramos conflictivos supone que la inversión en Asturias dentro del plan de supresión de puntos negros se va a reducir. Parece que el Gobierno prima lo económico frente a la peligrosidad y la seguridad vial", afirma Trevín, que había argumentado el planteamiento de la pregunta en el repunte de la siniestralidad en las carreteras asturianas en 2016, con un 38 por ciento más de fallecidos que en 2015. La lista no incluye por ejemplo el tramo de la antigua carretera de Santander (N-634) que conecta Nava, Parres y Ribadesella, identificado como uno de los más peligrosos de la red viaria regional según un estudio europeo en el que ha intervenido el RACE.