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LUIS GORDILLO | Pintor, inaugura exposición hoy en la sala gijonesa Aurora Vigil-Escalera

"Hay algo que se remueve en mí cuando aseguran que soy un pintor abstracto"

"En la cueva de Tito Bustillo recibes un calambrazo; creo que la pintura es eso: sentirse realizado al embadurnar una mano y plantarla en la pared"

Luis Gordillo. JUAN PLAZA

Es uno de los nombres fundamentales del arte español del último medio siglo. Luis Gordillo (Sevilla, 1934) inaugura hoy exposición, bajo el título "Sesión continua", en la sala gijonesa Aurora Vigil-Escalera. Tiene el Premio Nacional de Artes Plásticas y el "Velázquez". Hay obra suya en los principales museos de arte contemporáneo del mundo.

-Me dicen que acaba de visitar la cueva de Tito Bustillo. ¿Es uno de los lugares dónde empezó todo?

-La verdad es que recibes un calambrazo cuando te dicen que aquello tiene quince mil o veinte mil años. Es algo tremendo.

-¿Por qué la humanidad ha necesitado desde entonces, desde esas oquedades del Paleolítico, de la pintura?

-Es una expresión muy directa. Si la comparamos con la escritura, por ejemplo, vemos que hay mucha diferencia. También la música es muy directa. He hablado siempre de artes del hombre cuando son tan directas. Cuando se habla tanto de arte conceptual, o de esas expresiones artísticas tan indirectas, me parece que se alejan del objetivo. En cambio, la pintura es otra cosa: embadurnaban una mano con lo que tenían cerca y lo plantaban, tan contentos, en la pared. Se consideraban realizados, y yo creo que ésa es la gran virtud de la pintura.

-¿Un pintor puro, como es usted, se siente a gusto con algunas de las manifestaciones artísticas actuales, caso del arte digital?

-Es una pregunta trampa. Desde que empecé a pintar, hace más de cincuenta años, el arte contemporáneo ha variado muchísimo. De joven, cuando hacia informalismo o pop, yo era un pintor considerado muy radical. Parece, sin embargo, que la evolución del arte ha terminado por convertirme casi en un pintor conservador. A mediados del siglo pasado se produjo una explosión artística tremenda: del arte conceptual al minimal y todo tipo de variantes. Fue una revolución enorme. Ahora mismo, es como si la pintura estuviera muy cuestionada; los grandes críticos de vanguardia ponen una cara rara cuando se habla de pintura. Sin embargo, la pintura sigue. Conozco muchísimos jóvenes que están entusiasmados con la pintura, aunque es un momento difícil.

-¿Duchamp le ha ganado la partida a Picasso?

-El otro día leía yo una crítica sobre una exposición en el Museo Picasso (Málaga) de la Escuela de Londres, de Bacon a Lucien Freud. Era una crítica muy radical en la que se venía a decir que Picasso era igual que Duchamp, que uno no había vencido al otro. Y que lo importante es hacer una buena obra. Me llamó la atención porque se ha venido afirmando que, aunque eran contemporáneos, Duchamp había acabado por aplastar a Picasso, y que éste era resultado del siglo XIX, mientras que Duchamp era el siglo XX. Creo que todo eso es cuestionable.

-¿Por qué?

-Picasso ha hecho todo tipo de pintura. Es una faceta del arte que yo amo y que tiene su futuro.

-¿Qué encontraremos en "Sesión continua"?

-Es una galería pequeña, en la que no se pueden meter cuadros muy grandes, así que he hecho una selección de obras de tamaño medio para que los asturianos tengan acceso a mi pintura. La exposición ha quedado bien y la galería es muy bonita. Me ha llamado la atención que es realmente una galería en la calle.

-Pese a que es ya octogenario hay en "Sesión continua" mucho trabajo de este mismo año...

-Sigo trabajando todos los días y tengo aún muchas cosas en la cabeza. Me gustaría trabajar todavía más, aunque la edad te va quintando energía. Estoy bien, gracias a Dios, y puedo seguir desarrollando mi obra.

-Está en una etapa de gran creatividad.

-Me llevo muy bien con los pintores jóvenes, y ellos, conmigo. He tenido siempre ese maravilloso don, del que siento orgulloso. Es la época de mi vida con más jóvenes a mi alrededor, lo que es muy agradable.

-Quiere decir que su pintura sigue viva...

-Sí, digamos que es así, que sigue muy viva y está al día. Viajo bastante y sigo muy de cerca la pintura internacional, que me interesa.

-¿Se siente bien definido cuándo le clasifican de pintor abstracto?

-Realmente, cuando dicen que soy un pintor abstracto hay algo en mí que se remueve. Y, por otro lado, tampoco me resulta fácil decir por qué no soy un pintor abstracto. Hay cuadros míos que cualquiera diría que, en efecto, son abstractos. Y, sin embargo, hay algo en ellos que es real. Y es que toda pintura abstracta tiene también algo de real; parte de una persona influida por el mundo en el que está. No me considero un pintor abstracto y, de hecho, aparecen de vez en cuando personajes, situaciones.

-Ha recibido los premios más importantes, pero en algún lugar he leído que lamenta no haber representado a España en la Bienal de Venecia.

-He estado alguna vez, pero mínimamente representado, en colectivas y siendo muy joven. Me encantaría y todavía hay tiempo. Estoy orgulloso de tener una sala especial en el Museo Reina Sofía.

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