La reforma para rebajar el impuesto de Sucesiones esquiva el atasco legislativo en el parlamento asturiano. El Gobierno socialista pidió ayer a la junta de portavoces la tramitación de urgencia del proyecto de ley que, entre otras medidas eleva el mínimo exento para ese tributo hasta los 300.000 euros. El PP está especialmente interesado en agilizar al máximo la entrada en vigor de la rebaja fiscal mientras que Foro y Ciudadanos ven con buenos ojos acortar los plazos de la tramitación parlamentaria aunque no están dispuestos a renunciar a la presentación de enmiendas ni a la solicitud de comparencias. Podemos e IU son los grupos más reticentes.

La reforma de la ley de sucesiones es la trigésima iniciativa que entra en la lista de espera del parlamento asturiano pero el Gobierno pretende que se aprueba en este período de sesiones, antes de que finalicen los plenos ordinarios en julio próximo. La decisión sobre el calendario de esta reforma legislativa se adoptará en la junta de portavoces de la próxima semana, pero las posiciones de los seis grupos políticos quedaron claras ayer. La competencia sobre la tramitación urgente de esa reforma depende de la Mesa de la Junta, el órgano que arbitra el parlamento asturiano donde tienen voto los cinco grupos más votados en las elecciones, PSOE, PP, Podemos, IU y Foro. Es decir, el Gobierno necesita al menos tres votos para sacar adelante su propuesta: dos los tiene garantizados, el del socialista Pedro Sanjurjo y el del popular José Agustín Cuervas-Mons. Podemos e IU expresaron ayer sus reticencias. "No creo que demos facilidades", avanzó Concha Masa, mientras que el portavoz de la formación morada, Emilio León, afirmó que no ve la necesidad de esa urgencia "cuando hay otras leyes, como la de emergencia ciudadana, que lleva paralizada un año; parece que el PSOE y el PP sólo quieren blindar a las grandes fortunas". En esta coyuntura, el diputado de Foro en la Mesa, Pedro Leal, tiene el voto decisivo.

Su presidenta regional y portavoz, Cristina Coto, dejó claro que su grupo no es partidario de una lectura única, que el Gobierno ni siquiera ha pedido, porque considera necesarias las comparecencias "de quienes tengan interés y conocimiento" así como el registro de enmiendas. Pero el grupo forista no pondría impedimentos para acortar los plazos de la tramitación, según aseguraron a este periódico fuentes de la formación. La popular Mercedes Fernández espera que los foristas sean "prácticos y posibilistas".