"Equilibrado" y con macropuentes "circunstanciales". Administración, sindicatos y familias coincidieron ayer en su valoración acerca del carácter "continuista" del nuevo calendario escolar, que incluye dos macropuentes, en noviembre y diciembre, para contrarrestar un primer trimestre "demasiado largo" para algunos. No hay quejas contra la forma del proyecto aunque sí algunos matices de fondo.

"No supone un cambio abrupto, los períodos navideños y de Semana Santa siguen de manera análoga; es un paso en el equilibrio", defendió en los pasillos de la Junta el consejero de Educación, Genaro Alonso, quien espera que no haya inconvenientes en seguir en esta línea en años venideros. "La mayoría de la gente lo considera normal y razonable", apuntó por su parte, Clara Díaz Alonso, de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPAS) "Miguel Virgós", quien ve los "macropuentes" del 1 al 5 de noviembre y del 6 al 10 de diciembre una oportunidad para "equilibrar" los otros dos períodos lectivos del año escolar. No obstante, Díaz Alonso ve "circunstanciales" las minivacaciones generadas en torno al festivo del 1 de noviembre, "que el próximo año variará y será un puente de solo dos días y, al siguiente, de uno", precisó. Eso sí, las familias entienden que el actual calendario, de 177 días lectivos -a los que cada municipio tendrá que sumar una o dos fiestas locales-, al que se ha llegado "por consenso", ya presenta "problemas" en el ámbito de la conciliación de la vida familiar y laboral. "Los tiempos escolares son un debate que ha estado siempre sobre la mesa y del que nadie quiere hablar en serio. Es hora de que se hable de conciliación de verdad", planteó la presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres. Sus circunstancias personales la han llevado a tener que solicitar dos días libres en el trabajo -el 12 y 15 de mayo- al ser festivos y, por tanto, no lectivos en el centro escolar de sus hijos, en Llanera.

El "macropuente" de noviembre, no obstante, conviene no repetirlo, argumentan los padres y los sindicatos recuerdan que, si bien el próximo calendario no presenta grandes diferencias respecto a este año, sí entienden que debería regirse más por criterios pedagógicos, a juicio de Beatriz Quirós, de SUATEA, que por la concatenación de fiestas en el calendario laboral ordinario. "Aquí hace dos años no fue tenida en cuenta la propuesta de la Junta de Personal. Es un tema para retomar en un futuro", alude Quirós sobre el modelo de la vecina Cantabria donde se marcan una semana de vacaciones por cada siete lectivas.

En Francia, donde siguen un modelo de similares características, esa distribución genera mucha satisfacción en los sectores de hostelería y ocio, pues la vacaciones llegan de forma secuencial por regiones. "Allí el calendario no lo marca la luna y aquí sí. Mientras atendamos a criterios esotéricos no podremos avanzar", comentó irónicamente Quirós en referencia a la organización de trimestres en función de las fechas de la Semana Santa. El sindicato AMPE opina que el calendario distribuye de manera proporcional en los tres trimestres. "Con los días de puente se rompen los trimestres y se ofrecen descansos en mitad de trimestres que son muy largos", expone su secretario general Gumersindo Rodríguez.