Ausente pero reprobada. La consejera de Infraestructuras y Medio Ambiente, Belén Fernández, recibió ayer un rotundo suspenso a una gestión que tuvo diversos calificativos por parte de la oposición, como "ineficaz, nefasta" a los que se añadieron algunas de tipo más personal, como "incapaz, líder en mentiras y engaños". El PP fue más allá y pidió su cese, advirtiendo al presidente del Principado, Javier Fernández, que si la mantiene en el cargo "será cómplice de sus fechorías y de los perjuicios que causa a Asturias". Una vez más, el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, apaga fuegos gubernamental en el Principado, salió al rescate aseverando que la gestión de la titular de Medio Ambiente ha sido "diligente e impecable".

Belén Fernández es la segunda consejera reprobada en esta legislatura -tras la de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez-. Se trata de una figura que carece de efectos prácticos, pero que se traduce en un soberano castigo a uno de los miembros del Gobierno. Aunque el PSOE no lo ve así, porque según el diputado Nino Torre, la realidad es que simplemente denota una "discrepancia en la gestión" y la consejera es en realidad "una víctima de una batalla partidista (entre Podemos e IU) por ver quién lleva la bandera medioambiental".

La reprobación aparecía en el orden del día del Pleno del Parlamento asturiano camuflada en una moción de Podemos sobre la situación de la calidad del aire en el área central de la región. En ella se proponía cambios en la normativa enfocados a que las grandes empresas incorporen a la red pública sus datos de medición de emisiones al aire, de tal manera que queden registrados en tiempo real y que se sometan a la inspección de la administración regional.

Pero esa era la excusa. El diputado podemista Héctor Piernavieja se centró fundamentalmente en explicar por qué la Consejera del ramo es "un lastre" para la región por su "brutal ineficacia", e incluso la culpabilizó si se hubiera producido una lluvia ácida en Avilés por la última fuga contaminante de las baterías de coque de Arcelor-Mittal. Y añadió que "un gobierno que no es capaz de exigir inversiones ambientales a los mayores capitalistas de esta región, no es el gobierno que merece Asturias".

IU presentó una enmienda a la moción de Podemos, que por supuesto aceptó. La intervención del diputado Ovidio Zapico fue más reposada, aunque advirtió a Belén Fernández de su soledad. Por eso hizo una llamada al Gobierno regional para que haga labores de acercamiento y negociación con la industria asturiana y llegue a acuerdos, porque "no nos podemos relacionar a base de expedientazos".

Nicanor Fernández, portavoz de Ciudadanos en la Junta General, afirmó que la Consejera de Infraestructuras y Medio Ambiente "no está al nivel de exigencia y de rigor que implica su labor", e incluso que está "especialmente desorientada".

Para Foro, Belén Fernández es la "consejera de las irregularidades" en todo aquello que depende de ella, y "reprobarla no es difícil".

Luis Venta, diputado del PP, calificó a la Consejera de "ingrediente oxidante y dañino", acusó al Presidente de "mirar para otro lado" y consentir sus "tropelías".

Fue el diputado Nino Torre el encargado de defender a Belén Fernández. Aseguró que los niveles de contaminación se han reducido en Asturias en los últimos años y señaló que los datos son tan buenos, que están más cerca de los niveles que exige la Organización Mundial de la Salud que la normativa española.