Buscaban un buen semental y tuvo que entrar en acción "el asturiano". Así llaman los cuidadores del zoo de Barcelona al macho nacido en Nueva de Llanes que acaba de renovar la población de gacelas dorcas en Cataluña. Es padre de seis crías, cuatro machos y dos hembras, que forman parte de un proyecto europeo para recuperar la especie en África. Este pequeño ungulado, originario de Sahel (entre el desierto del Sahara y la sabana sudanesa), está casi extinguido en libertad a causa de su caza excesiva. Pero las nuevas crías de "el asturiano" aportan algo de esperanza a su futuro.

La gacela llanisca, de cinco años y convertida en una estrella en Barcelona, creció en el núcleo zoológico "Coronel Duyos" y en realidad se llama "Toni". "No sabía que había sido padre de nuevo", comenta Juan Duyos, al frente de las instalaciones de Nueva de Llanes. Y es que "el asturiano" tiene otra hija en el Principado: "Candelera". "Estaba en plenas facultades, pero aquí no se podía reproducir por un problema de consanguinidad", explica Duyos. Fue entonces cuando en mayo del año pasado la coordinadora del programa europeo de conservación de la gacela dorca, la investigadora Teresa Abáigar, pidió la intervención del macho "Toni" en el zoo catalán. Allí, viven 17 hembras, así que el semental llanisco tuvo dónde elegir. No obstante, el cortejo no fue fácil: llevó casi un año y los anteriores machos reproductores fracasaron.

El nacimiento de las seis crías se produce diez años después del primer traslado de ejemplares a Senegal en el marco de la recuperación de la especie. En aquella ocasión se soltaron veinte ejemplares de los cinco núcleos zoológicos que trabajan con la gacela dorca en España: Asturias, Almería, Barcelona, Madrid y Jerez. Entre estos centros se hacen constantemente intercambios, como el de "el asturiano", para renovar la línea genética de la población en cautividad y evitar la endogamia.

Pero en el núcleo zoológico "Coronel Duyos" de Nueva de Llanes está el origen de todo. "Mi padre, Ricardo Duyos (falleció en 2004), trajo a España las primeras gacelas dorcas del Sahel. Eran un macho y dos hembras preñadas. Ellos fueron los padres de todos los ejemplares que ahora hay en el país", cuenta con orgullo Juan Duyos, que continúa con la labor de recuperación del ungulado. En sus instalaciones cuida a tres gacelas (un macho y dos hembras, una de ellas la hija de "el asturiano"), aunque "nunca tuvimos tan pocas". "Aquí llegamos a tener muchísimas. Y hasta osos y aves rapaces. Continúo con la gacela porque para mí tiene un valor especial", añade.

Todos los centros son dirigidos por la Estación de Experimentación de Zonas Áridas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su función es reclutar machos fogosos como "el asturiano" para rescatar la especie.