El Principado abatió dentro del programa 2015-2016 a 9 de los 32 lobos muertos, siendo el cupo de extracción de 45. En concreto, fueron sacrificados tres machos y seis hembras mediante aguardos o recechos. El resto, 23, fallecieron por otras causas: 8 por atropellos, 6 por disparo ilegal y 9 por motivos "indeterminados". Desarrollo Rural fija para el plan 2017-2018 un cupo de en las siete zonas de gestión. Como novedad, el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo, indicó que podrán abatirse lobos en reservas regionales durante cacerías de otras especies "legalmente autorizadas y bajo supervisión del personal de la Guardería del Medio Natural".