"Ojalá llegue pronto el lobo a Oviedo, como pasó con el jabalí, para que sepan lo que es y tomen medidas". Los ganaderos aseguran que la situación en el campo es "dramática" a causa de los ataques de la fauna salvaje y tachan de "miseria" el nuevo cupo de caza de 45 lobos fijado por el Principado para esta campaña. La secretaria general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Mercedes Cruzado, reclamó ayer en el consejo consultivo del Plan de Gestión del Lobo que "al menos ese cupo se cumpla", ya que año tras año no se hace y la especie es ya "una plaga". De hecho, en el anterior programa se extrajeron 32 de los 45 ejemplares permitidos. Esta petición la comparten los sindicatos ASAJA y UCA. "No sólo nos parecen pocos a abatir, sino que encima no se cumple lo que se promete", protesta José Ramón García Alba, "Pachón", de la Unión de Campesinos Asturianos.

El sindicato COAG ha iniciado una campaña de recogida de firmas para exigir "controles efectivos del lobo". De momento, llevan 3.288 firmas y "el teléfono no para de sonar", según dice Mercedes Cruzado. La ganadera, de Grandas de Salime, carga contra los ecologistas, quienes denuncian "una política de gestión del lobo errática e irracional para satisfacer la presión de los ganaderos". Cruzado sostiene que "el lobo no está aquí gracias a los conservacionistas, que defienden a la especie porque cobran subvenciones por ello". "Viven de eso y defienden su parcela, pero quienes sufrimos los daños somos nosotros", lamenta José Ramón García Alba, de UCA. En este sentido, Geli González, de ASAJA, afirma que el objetivo del colectivo "no es que la especie desaparezca, sino que se hagan los controles necesarios para que la actividad ganadera se pueda desarrollar con normalidad".

Los ganaderos critican con dureza la petición del Congreso de instar al Gobierno a que declare especie protegida en toda España al lobo tras salir adelante una iniciativa de Unidos Podemos, que sólo rechazó el PP. "Nos preocupa que el PSOE, que es el partido que gobierna en Asturias, haya apoyado esta petición", expresa Cruzado. También muestra malestar la secretaria general de ASAJA, Geli González, que considera que "se apoyan cosas desconociendo la realidad". Y si no hay ganado en los montes, advierte, "no hay verde, no hay espacios limpios... Y yo al lobo nunca lo vi pastar".

Para los profesionales del campo los censos de la Administración son "vergonzosos", porque "para saber cómo está la especie hay que vivir en el medio rural". E insisten, en contra de las estadísticas oficiales, que la población (38 manadas) y los daños "no paran de aumentar". Por eso, desean que el lobo llegue a la capital para que el Principado tome "medidas efectivas". El sindicato COAG pone como condiciones al nuevo plan que "se cumpla el cupo, que se cuente con los cazadores y que se sigan abatiendo lobos si hay daños".