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Maestros y discípulos

Pilar García Cuetos: "La excelencia y el talento son algo más que un expediente"

Nicolás Torres: "En su tiempo de ocio la gente consume productos que creamos en Humanidades"

Pilar García Cuetos y Nicolás Torres, en un despacho de la Universidad. LUISMA MURIAS

La catedrática Pilar García Cuetos, la primera de España en acceder a este grado académico con perfil de historia y conservación del patrimonio, apunta tres fortalezas y debilidades del sistema universitario español. "Necesita rejuvenecerse. Hay un error en la selección de personal y las Humanidades necesitan una mayor dotación económica", cita en la cuenta del debe. Como positivo aprecia la voluntad del equipo rectoral por recuperar para las Humanidades el lugar que les corresponde. "Ha sido un buen gesto que la directora de área de Investigación sea de nuestro departamento", indica. Y añade: "Tenemos muy buenos investigadores y los más jóvenes nos aportan mucho". Tercera fortaleza: "La experiencia internacional. No elegimos a la gente por su vinculación con el equipo de investigación original sino por su capacidad para aportar cosas nuevas. Es la demostración más palpable de que entre nosotros no existe endogamia".

A su lado, la escucha y asiente Nicolás Torres, toledano, formado en Geografía en la Facultad de Letras de Castilla La Mancha, premio extraordinario de licenciatura, que durante los últimos cuatro años ha colaborado con el equipo de García Cuetos. Entró una convocatoria nacional de ayudas predoctorales, las denominadas becas FPI (Formación del Personal Investigador). Tras superar la criba inicial del expediente en el equipo de García Cuetos se fijaron en su currículo. Había participado en la elaboración de planes de ordenación, catálogos de conjuntos monumentales y mostraba interés por el planeamiento en espacios patrimoniales.

Pese a su juventud -llegó a Asturias con apenas 26 años- el grupo de Pilar García Cuentos decidió contar con él para un proyecto financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad sobre la restauración en España durante el período franquista. Uno de los objetivos del programa europeo "Horizon 2020" tiene que ver con el patrimonio como elemento configurador de identidades en la UE. "Y en esa misma línea interesa mucho lo que llaman la memoria incómoda", detalla la catedrática. Un equipo internacional con investigadores de nueve universidades españolas y dos extranjeras Lisboa (Portugal) y Chietti Pescara (Italia) trabaja en ese objetivo: recuperar la verdadera historia del patrimonio que sobrevivió a conflictos bélicos y regímenes autoritarios.

"Existe todo un patrimonio incómodo que puede servir, bien para generar más disensión o para ayudar a entender el pasado y que sirva como elemento de unión. Por eso planteamos un proyecto a escala nacional", subraya García Cuetos, quien considera "una información muy valiosa" llegar a concretar las transformaciones que ha sufrido un monumento y con qué materiales a lo largo de su historia. "La introducción del hormigón va a generar problemas de conservación. Se vio en L'Aquilla, en Italia. Pero no nos quedamos solo en eso, muchas asociaciones de recuperación de la memoria también nos piden colaboraciones", explica la catedrática.

Hasta la fecha han logrado poner en marcha una herramienta de manejo informático muy potente: una gran base de datos con más de 3.000 referencias que próximamente estará a disposición de los servicios de patrimonio, profesionales de la restauración y público general con información directa de cada monumento, completada con la geolocalización de más de un millar de elementos a través de Google Maps. Ese trabajo ha dado lugar a dos productos con registro -el equivalente a una patente-. "Es algo que a veces no se tiene en cuenta y cuando se habla de investigación a veces la gente lo relaciona con otras cosas pero hoy muchos productos que consumimos en el tiempo de ocio los creamos desde Humanidades", prosigue el más joven.

El proyecto de investigación más importante del grupo, con grado de excelencia, obtuvo 200.000 euros en tres fases. "Un proyecto de Ciencias eso lo consume ya en el primer año", recalca García Cuetos quien pone sobre la mesa otra "negra" estadística para las Humanidades: representan el 26% de los proyectos financiados en la última convocatoria del plan nacional de investigación, sin embargo, únicamente reciben el 10% de los fondos. "Aquí, el dinero tiene que dar más de sí que en otras áreas", advierte Torres quien tras incorporase al proyecto liderado por García Cuetos le surgió la oportunidad de desarrollar su tesis doctoral con ella. Antes pasó por el Instituto Internacional de Conservación y Restauración del Patrimonio en Roma, dependiente de la Unesco; después realizó una estancia en la Universidad de Chietti Pescara y finalizó en la Hispanic Society, en Nueva York, cuyos tesoros se exhiben estos días en el Museo del Prado. Todo ese material le sirvió para profundizar en su tesis sobre gestión turística y recursos patrimoniales durante el franquismo, centrado en aspectos como las denominaciones geoturísticas, implantadas en 1964, que bautizaron a Teruel como "la ciudad de los amantes" o a Asturias con marcas como "la Costa Verde" o "las Siete Villas". En su tesis, el joven realiza un estudio detallado de los casos del Principado y la localidad de Consuegra (Toledo). "Lo que tenemos es una evolución de los eslóganes de aquella época. Y lo que el franquismo puso en valor fue la imagen que tenían de nosotros en Europa durante el romanticismo. Se exalta el pasado exótico", prosigue. Tanto que el eslogan español para atraer turistas franceses en aquel momento era: "El exotismo de Oriente y el confort de Occidente", en alusión al pasado hispano-musulmán. El trabajo, que próximamente verá la luz, resume a juicio de la directora de tesis, lo que debe ser la investigación desde la Universidad: "Una ciencia útil y abierta".

Maestra y discípulo lucharon contra todas las dificultades para que tesis estuviera lista en el tiempo previsto: ella superó un cáncer y él, tuvo que pasar por el amargo trago del fallecimiento de su padre de ELA. Nadie les permitió un aplazamiento de sus trabajos. A un mes de presentar su tesis, Torres no tiene ya ningún contrato. Por eso, dice, tiene "todas las puertas abiertas". Está dispuesto a salir fuera, si surge la oportunidad, y su maestra le anima, aunque le gustaría recuperarle para el grupo algún día. "Para la Universidad es muy importante que sus investigadores tengan experiencias fuera. Hace un tiempo se formaban demasiado en casa", remarca García Cuetos. Otra queja del grupo es la falta de flexibilidad en el sistema universitario para seleccionar a los mejores. "El talento y la excelencia es algo más que un expediente", plantea la más veterana, quien asegura que nunca accedió a una beca y que estuvo trabajando para poder hacer su tesis. "Un expediente brillante lastra la selección porque no permite medir otras capacidades. Y eso nos hace perder algunos de los jóvenes más potentes. La experiencia previa de tener que buscarse la vida, como Nicolás, te permite luego adaptarte a la frustración que a veces implica la investigación, a ser capaz de admitir críticas?", concluye antes de realizar una última petición: "Hay que convencerse de la importancia de la Universidad para Asturias y de que merece más dotación económica".

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