La autopista "Y" recuperó ayer el ritmo habitual unas horas antes de lo oficialmente previsto después de una jornada de momentos puntuales de tráfico lento y mucho menos conflictiva que la anterior. Sin mucho más que setecientos metros de tráfico lento en el peor momento del día, las obras de reparación del firme en el carril derecho de la calzada en dirección a Gijón y Avilés, en Serín, concluyeron una vez que el cuadrilátero de hormigón superó la prueba de aguante, sin problemas a pesar de la lluvia, y dejó paso pasadas las dos de la tarde. La vía dejaba atrás un día y medio de controversia resucitada a cuenta del colapso repetido desatado por las obras. La polémica siguió moviendo palabras de ida y vuelta al ritmo de paso de los más de 54.000 vehículos que circulan a diario por la "Y" en la zona de mayor intensidad de la autopista. Ayer seguramente alguno menos, toda vez que a la vista de algunos observadores de la vía el desplazamiento hacia las rutas alternativas se hizo ayer mucho más visible que el martes.

La pregunta, la de los conductores molestos, la tuvo que responder ayer el delegado del Gobierno en Asturias. Las obras de reafirmación del hormigón de la "Y" no se hacen de noche o los fines de semana porque "protestarían los usuarios de fin de semana, y de noche son más caras y es más difícil por la oscuridad". Pero en realidad, el mensaje que quería trasladar Gabino de Lorenzo era que "no existe ninguna gravedad especial por hacer las obras en tres días consecutivos. Hay otras rutas alternativas. Lo que pasa es que la comodidad nos invade absolutamente y protestamos por todo. Si se hacen las obras, porque se hacen, y si no se hacen, porque no se hacen".

Aún así, De Lorenzo pidió "disculpas por las molestias, aunque no llevo yo Demarcación de Carreteras", para luego añadir que quienes ahora se quejan "luego también tendrán que expresar su reconocimiento por haber quitado los baches".

Reparar de noche cuesta más porque los operarios no cobran lo mismo ni cuesta igual alquilar la maquinaria. De noche y los fines de semana tampoco están abiertas las plantas de hormigón y abrir una sólo para los dieciocho metros cúbicos que se emplearon en el relleno del cuadrado recién reparado dispararía el coste. La normativa de la Dirección General de Tráfico (DGT) tampoco permite, por lo demás, ninguna obra que afecte al carril de la plataforma entre las dos de la tarde de los viernes y la medianoche de los domingos.

En esas circunstancias, sin tercer carril ni conexión habilitada en Robledo, donde la AS-II sobrevuela la "Y" sin posibilidad de acceder a ella, no queda más que confiar en que los usuarios utilicen las rutas alternativas y aguanten el chaparrón los días que dure el corte. Por eso ayer ni el Gobierno del Principado ni IU perdieron la ocasión de recordar que el enlace de Robledo es uno de los compromisos que figura sin respuesta en la alianza política y social por las infraestructuras de Asturias, aunque el diputado de la coalición Ovidio Zapico dirigió también hacia el Principado la demanda de acción en defensa del cumplimiento de las demandas.

A su juicio, en esta "afrenta" de atascos y obras diurnas la elección del momento de acometer los trabajos "ha antepuestos los intereses de la empresa a los de los asturianos". Después de volver a pedir la dimisión del delegado del Gobierno en Asturias y del jefe de la Demarcación de Carreteras, Zapico lamentó que una de las que se proponen como rutas alternativas a la "Y", la Autovía Minera, también tiene desde hace cerca de dos meses un carril cortado a la altura de La Calabaza (Siero) como secuela de las obras para fijar un talud inestable. La experiencia de este día y medio ofrece a su juicio, por lo demás, otra evidencia de que "la población asturiana no confía en las cercanías. Prefiere exponerse al riesgo de meterse en la 'Y'".