La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MIGUEL TREVÍN | Hotelero

"Almodóvar dijo de mí: 'Miguel es la Movida' "

"Amparo Muñoz era una belleza sin límite y una buena persona con problemas de control con las drogas; le ofrecí una vida nueva si venía conmigo a Oviedo, y vino"

Miguel Trevín, ante una foto de La Habana en La Habana Vieja. JUAN PLAZA

Miguel Trevín Lombán (Salinas, 1959), licenciado en Magisterio y el hotelero que hizo de los Oscos un destino turístico, tiene una vida en la que caben dos. Fue un habitante de la Movida de Madrid de los ochenta que diez años después movilizó la Asturias más aislada. Hay ambientes donde el político socialista Antonio Trevín es el hermano de Miguel.

- Llegó al Madrid de la Movida a lo loco.

-Empezaba a trabajar en vídeo e imagen. Hice cosas con Miguel Alarma, que se adelantó tanto que no se creían que si les hacía la boda la podían ver en televisión. Josechu Arrieta y yo habíamos presentado un proyecto a Educación para que nos financiaran un vídeo de pedagogía de las matemáticas. Les interesó y dijeron que el nuevo director lo firmaría. El nuevo fue mi hermano y no pudo ser. Hubiera preferido un hermano en el PP, viendo cómo se movía.

- ¿Qué hizo en Madrid?

-Me matriculé en Imagen. Josechu me dio la dirección de unos amigos: Carlos Álvarez-Ude era el director de Ínsula y Elena Cordón, hija del filósofo Faustino Cordón. A última hora del día se reunían allí pintores, poetas y músicos. Vivía casi encima de Rock Ola, que, como toda discoteca, quería llevarse bien con los vecinos. Entraba gratis.

- ¿Con quién conectó?

-En Madrid hablaban de la mafia asturiana. Estaba la casa del actor Nacho Martínez, su hermana Celia, Luis José, Javier... gente divertidísima y muy buena. Luis José, de León, listísimo, profesor, director de teatro, no se metía, pero le gustaba follar y fue de los primeros que murió de sida.

- ¿De qué vivía usted?

-Cuando Nacho dobló a Richard Chamberlain en "El pájaro espino" me metió en doblaje. Hice malos, por mi voz aguardentosa, y dibujos animados y porno.

- Donde hay poco diálogo.

-Me advirtieron: "No te marees". Pensé que se referían a las imágenes. Me mareé. Al jadear, hiperventilas. También hice reportajes con Karmele Marchante.

- ¿Cómo la conoció?

-Era amiga de Tere Meana por el feminismo y trabajé con ella en Oviedo para un "Informe semanal" sobre nazis en España. Fuimos donde veraneaba Hauke Pattist, teniente de las Waffen SS, y a ver a Jesús Evaristo Casariego a Luarca. Le caí muy bien y su casa, llena de armas y mastines, era muy guapa. Karmele, con su jeta, les decía qué bueno y los sacaba como nazis.

- ¿Qué hicieron en Madrid?

-Un reportaje con Lola Flores. Yo era amigo de Antonio, porque con las Costus éramos de los pocos con el pelo largo de la Movida. Llevamos a Lola al modisto en un 850 hasta la calle Serrano. Era estupenda. Me hice muy amigo de Rosario. Yo no conducía. Saliendo del aparcamiento le dio un golpe a uno. Bajó del coche un gitano que era tres veces yo y me miró para matarme, pero cuando salió Rosario todo fue amabilidad. Querían a Lola porque su casa era la de todos.

- Galopaba el "caballo".

-Galopaba de todo. Con Luis José y Nacho, no, pero tenía más pandillas, como la de Joaquín Aboli, que hacía ropa en KRK. En el Ras, un lugar de ambiente en el que había heteros, conocí a Tino Casal. Oyó mi acento y me dijo: "Qué dices, muyeeer". Fui amigo de Toti, el batería de la Movida, de "Kaka de Luxe" y "Parálisis Permanente", que murió de sobredosis cuando yo estaba en los Oscos.

- ¿Conoció a Almodóvar?

-Cuando era "La Telefonista", un señor mayor que trabajaba en Telefónica. Años después se colgó de Nacho Martínez e hicieron "Matador". Cuando la acabaron, Nacho dio una fiesta en el restaurante de Jorge, el de Caces, en la calle de Alcalá. Nacho me lo quiso presentar y Almodóvar dijo: "A Miguel no me lo presentes". "¿Os conocéis de la Movida?", preguntó Nacho. Y Almodóvar respondió: "No, Miguel es la Movida".

- Empezó a volver a Oviedo.

-Iba y venía. En Oviedo, abriendo La Santa y de relaciones públicas de La Real, donde llevaba una barra de metacrilato que me había pintado Germán Madroñero. En Madrid acabé teniendo de novia, casi un año, a Amparo Muñoz, cuando estaba en la frontera de la legalidad.

- Había sido "Miss Universo".

-Era una belleza sin límite y una muy buena persona con problemas de control con las drogas. Cuando volví a Oviedo le ofrecí que, si quería una vida nueva, viniera conmigo. Y apareció en la estación. Estuvo en la casa de Oviedo dos días: durmió, descansó, comió algo y cuando se despertó dijo: "Quiero cocaína". Le dije que no era el trato, se subió a un taxi y se fue a Madrid. Nunca más la vi. Murió en la ruina.

- ¿Libró de las drogas?

-Fui librando porque me metí de todo y estaba en todo. Nunca me pinché. Hoy estoy con Sintrom, pongo el brazo y no miro.

- ¿Siempre fue heterosexual?

-Sí, pero el 90% de mis amigos y amigas no, y la Movida fue su gran reivindicación. Mis amigos tenían un concepto muy serio de la homosexualidad y mis amigas del feminismo y la política.

- Vamos hacia los Oscos.

-Trabajé en Gijón año y pico, en el Metro, de Víctor Ríos, que abrió conmigo en Santa Eulalia de Oscos. En Alicante estaba mi madre recién jubilada y fui para allí: tenía 28 años y estaba cansado de la noche. Pasé dos años, eché una novia, trabajé en juego, en Mercadona y en hostelería de día para saber de turismo. Quería adaptar la casa de mi abuelo en Santa Eulalia, pero aún no existía el turismo rural.

- Los Oscos.

-Hicimos parte de la obra nosotros durante casi dos años. Viví de lo ahorrado y allí se gasta poco. Andaba en bici, flipaba con la zona, saqué el carné, compré una furgoneta, aprendí a jugar a las cartas, vine a Oviedo a hacer cursos de turismo rural, saqué todos los títulos que pude. Abrí en 1994 y ahí empieza mi segunda vida.

- Resúmala.

-Allí conocí a Lara, mi mujer. Yo era amigo de su padre, el de La Cerca, y de su hermano, 15 años menor que yo. Me llamaban el "bisa". Lara era muy joven cuando empezamos. El padre me amenazó con pegarme dos tiros, pero luego fue estupendo. Llevamos 20 años. No tenemos hijos.

- ¿Qué tal le fue al abrir?

-Muy bien: gallegos de fin de semana y madrileños de puente. Jugué al asociacionismo porque eran casas humildes y negocios pequeños. Vendimos lo que daba vergüenza hasta entonces: la zona humilde y aislada.

- Estuvo en política.

-Cuando el PSOE tenía los líos de Roldán, una época muy baja, me llamó mi hermano para que me presentase al Ayuntamiento. Dije que no. Acepté cuando llamó mi cuñada, que nunca pedía nada, siempre daba. Cuando tuve a mi mujer casi muriendo, hace doce años, Maru iba a cuidarla antes de ir a trabajar.

- El Alcalde llevaba años.

-Y era muy gracioso. Pedí a amigos que me acompañaran y sacamos dos concejales. El alcalde, Castaño, rozaba la legalidad. Avisé en la FSA y me pusieron un abogado, denunciamos y fue terrible: anónimos, amenazas... Yo no quería volver a presentarme.

- Pero...

-Riveras, el segundo concejal, me dijo que la FSA había aceptado a Castaño como candidato si se le quitaba el pleito. Era tener un alcalde más. Riveras se negó y Castaño no fue por el PSOE. Abrió la lista Marcos, con Riveras de segundo. Y ganó el PSOE.

- ¿Cómo está de salud?

-Estuve muy jodido de un edema pulmonar. Es un problema de circulación. Tuve otro hace cuatro años y me dejó muy tocado.

- Paró en los Oscos.

-Los apartamentos siguieron funcionando. Hace seis años mi madre se puso mala y mi mujer y yo vinimos a vivir a su lado. La cuidaron dos señoras.

- ¿Qué tal cree que le trató la vida hasta ahora?

-Bien, fui muy feliz, me divertí mucho, tuve y tengo amigos estupendos, quise muchísimo y siguen queriéndome. Ahora es la peor época: muere mi madre, papeleos, momento económico difícil y vamos a volver a los Oscos. Pero si me tengo que morir mañana, muero a gusto.

Compartir el artículo

stats