Víctor Manuel Muñiz, exgerente de Igrafo y acusado pendiente de la sentencia del "caso Marea", ha asegurado que "lo que caracterizaba" a su empresa -implicada en el mayor caso de corrupción conocido en Asturias- era "la transparencia", y añadió con rotundidad: "Nunca he hecho regalos a funcionarios ni se me ocurriría».

El Juzgado de lo Penal 3 de Oviedo inició ayer un juicio por delitos fiscales contra Víctor Manuel Muñiz y su hermano José Roberto, y en el que declaró Marta Renedo, encausada también en el "caso Marea", aunque en esta ocasión su comparecencia fue en calidad de testigo. Aunque con sus respuestas no aportó claridad con sus respuestas, ya que la juez le indicó que estaba obligada a decir la verdad pero no a testificar en contra de sí misma. Así que la mayoría de sus contestaciones fueron "no recuerdo" o me acojo a mi derecho a no declarar. Esa fue la fórmula que utilizó para no explicar por qué las facturas por la construcción de una piscina en su casa apareció en la contabilidad de Igrafo. Eso sí, señaló que su empresa, Implans Mounts, realizó trabajos de digitalización para Igrafo.

La vista continuará mañana por la mañana y, salvo sorpresa, el primero en declarar será José Luis Iglesias Riopedre, exconsejero de Educación y uno de los principales encausados en el caso "Marea".