El equipo del forense Francisco Etxebarria, Aranzadi, localizó ayer los restos del cuerpo de una mujer -con la pierna rota- en la fosa del cementerio de Bañugues. Según las primeras pesquisas, puede tratarse de Rosaura Muñiz González, una mujer de 58 años que como las otras siete fusiladas y arrojadas por el cabo Peñas fue trasladada en camión desde Candás el 2 de junio de 1938. Los especialistas llegaron a la conclusión, con bastante cautela, de que los restos son de esa mujer por el estado de los huesos, según detallaron a pie de la excavación. Eso sí, la duda reinaba en el cementerio de Bañugues. Por el momento, son todo especulaciones ya que aún está pendiente la confirmación del hallazgo tras realizar las pertinentes pruebas de ADN y comprobar que se corresponden con la de sus familiares. Juan Rodríguez es su nieto y confía en que se ponga fin a tantos años de incertidumbre, setenta y nueve desde que desapareció.

Según la investigación desarrolada por la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Asturias, Rosaura Muñiz González era natural de Candás y vecina de la calle Carlos Albo. La mujer trabajaba en la fábrica de conservas Alfageme. Cuando fue asesinada contaba 58 años y estaba casada con Lino Rodríguez Fernández, con quien tuvo seis hijos llamados: Juan, Joaquín, Rosaura, Consuelo, Clementa y Ángeles. Pese a todo, los investigadores no las tienen todas consigo y no dudarán en seguir analizando las causas para determinar si se trata o no de Muñiz González. Por lo pronto, Aranzadi y la ARMH exhumaron los restos.

En principio, la investigación a pie de fosa ha finalizado, sin embargo, los análisis seguirán adelante para intentar dar con las otras dos mujeres que se cree que estaban enterradas en Bañugues. Etxebarria y la ARMH realizaron una primera cata el pasado sábado y no hubo suerte. Tan solo localizaron restos óseos de otras épocas, teniendo en cuenta entre otras explicaciones la presencia de plásticos y telas sintéticas. Eso les llevó a pensar que el terreno ha sido reutilizado y removido con el paso del tiempo. Con estos mimbres, Francisco Etxebarria no descartó a pie de fosa la posibilidad de que los restos óseos de "Les Candases" fueran trasladados a un osario. "En los cementerios suele ocurrir", puntualizó el médico forense.

La cata realizada el sábado se desarrolló en el entorno de una pequeña cruz adosada al terreno. Dado que los hallazgos de restos óseos eran, a simple vista, "de otra época" ajena a finales de los años treinta, el equipo decidió ampliar la cata y abarcar más terreno. Fue entonces cuando poco después de la una de la tarde los investigadores hallaron nuevos restos óseos. Las primeras hipótesis apuntan a Rosaura Muñiz pero nadie puede asegurarlo con rotundidad hasta que se le practiquen las pruebas de ADN.