Dos decenas de personas se concentraron ayer en Oviedo en protesta por la muerte de la joven de 26 años Andreas F. G., que falleció el pasado 24 de abril -ayer se cumplía justamente un mes- en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) mientras estaba ingresada en el área de Psiquiatría, donde permanecía inmovilizada por orden judicial. La paciente falleció al sufrir una parada cardíaca, un desenlace muy poco frecuente en un área de de salud mental, y cuya causa será determinada por la autopsia forense que se le ha realizado. Su familia tiene previsto llevar el caso a los tribunales.

Los congregados en la plaza de la Escandalera, convocados por la asociación "Hierbabuena", manifestaron su rotundo rechazo a lo que denominan "maltrato cuerdista", en alusión a la práctica de atar a los enfermos psiquiátricos a los que se considera imposible contener de otro modo. "Las llamadas contenciones mecánicas son una práctica demencial, violenta y traumática a la que se recurre con una frecuencia disparatada en muchas unidades de ingreso psiquiátrico", subrayaba el manifiesto leído por los responsables de "Hierbabuena", quienes se comprometieron a concentrarse de nuevo el 24 de junio con el fin de "evitar que la pérdida" de Andreas F. G. "caiga en el olvido" y "quede impune".

A la protesta se sumaron los diputados autonómicos de Podemos (Andrés Fernández Vilanova) y de Ciudadanos (Armando Fernández Bartolomé), quienes reclamaron más recursos y mejor organización para la red de salud mental.