José Antonio Postigo, expresidente del Montepío de la Minería, permanece desde poco después de las cuatro de la tarde de ayer en los calabozos del cuartel de la Guardia Civil de Oviedo, en El Rubín. El que fuera lugarteniente del otrora todopoderoso José Ángel Fernández Villa es vecino de celda de los otros tres detenidos en la "operación Hulla": Juan Antonio Fernández, dueño de la constructora Alcedo de los Caballeros, que levantó el geriátrico de Felechosa; Manuel Sastre Fernández, el arquitecto lenense que desarrolló el proyecto de 32,5 millones de euros, y José Manuel Fernández, el exasesor fiscal del Montepío de la Minería, hasta que en 2014 fue despedido.

Fuentes próximas a la investigación explicaron que José Antonio Postigo fue detenido en TorrePacheco, Murcia, donde reside en la actualidad. Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil registraron su vivienda. Ésa y también el enorme chalé que el expresidente del Montepío posee en Mayorga de Campos (Valladolid), justo al lado del que también tiene el dueño de la constructora a la que se encargó la residencia geriátrica de Felechosa. Una urbanización en un lugar apartado y prácticamente deshabitado.

Todo en torno a Postigo es una incógnita, alimentada por el secreto sumarial decretada por la jueza del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo, Begoña Fernández, que dirige la "operación Hulla". Así, no ha trascendido ni el nombre de su letrado.

José Antonio Postigo fue fiel a su jefe hasta el final. Tanto que también aprovechó la amnistía fiscal del Gobierno del PP en 2012 para regularizar 300.000 euros. Y su hija, otros 60.000. ¿De dónde salió ese dinero? ¿Y con qué se pagaron los chalés de Murcia y Valladolid? Todo eso es lo que ahora investiga la UCO de la mano de la Fiscalía Anticorrupción y que le ha llevado de calabozo en calabozo.