El Principado ha destinado un promedio anual de cinco millones de euros a pagar la actividad derivada a centros sanitarios privados en los siete últimos años. Más de la mitad de esta cuantía la concentran el Centro Médico de Asturias y la Clínica Asturias, ambos emplazados en Oviedo. No obstante, en los últimos tiempos, el Centro Médico -capitaneado por la familia Masaveu- aventaja ampliamente a los demás centros en cuanto a recepción de actividad financiada con fondos públicos. En 2016, el Centro Médico facturó 1.932.572 euros en actividad que le envió el Servicio de Salud del Principado (Sespa); mientras que la Clínica Asturias se quedó en 743.645 euros (poco más de la tercera parte).

Los datos desglosados figuran en el gráfico que ilustra estas líneas. Han sido extraídos de una respuesta de la Consejería de Sanidad al diputado de Izquierda Unida Gaspar Llamazares. En el período 2010-16, la sanidad pública envió a la privada casi 135.000 actos médicos cuyo coste rozó los 35 millones de euros. Estas cifras no incluyen la actividad derivada a los centros que sin ser públicos no tienen ánimo de lucro: Jove y Cruz Roja en Gijón, Hospital de Avilés y Sanatorio Adaro (Sama).

En ese mismo documento, Sanidad especifica que son enviadas a clínicas privadas -supuestamente a causa de las largas listas de espera- intervenciones quirúrgicas de cinco especialidades: cirugía vascular, oftalmología, traumatología, cirugía general y urología. La derivación de actividad incluye un volumen relevante de pruebas diagnósticas. También las interrupciones del embarazo ocupan un espacio preponderante, con casi un millón de euros al año.