El Asador de Abel ha llegado a la mayoría de edad cosechando un éxito tras otro. Abierto en 1999 en el la localidad sierense de Argüelles, en una zona conocida como La Revuelta del Coche, se ha convertido en parado obligada para los amantes del buen comer y los aficionados de las mejores carnes y pescados a la parrilla. Al frente del negocio está el langreano Abel Terente, quien, tras muchos años de encargado de La Gruta, decidió embarcarse en su propio proyecto acompañado de un equipo de profesionales de primera. No les ha ido nada mal. Un restaurante sobrio y cálido, a medio camino entre lo urbano y lo rural, con una oferta medida y avalada por la selección del producto y la naturalidad de las transformaciones. Dividido en varios espacios diferenciados - zona de barra y mesón rústico, así como terraza y elegantes salones para banquetes de más de 300 comensales-, destaca por recetas como la fabada de Argüelles, los tacos de bacalao con fritada de cebolla y pimientos, la merluza a la brasa, perdices escabechadas o con verduras, mollejas de ternera, estofado de jabalí, callos, o verduras a la parrilla con sus aceites de pistacho y piñones, carnes rojas y pescados, así como la cecina de León y postres caseros como los tradicionales arroz con leche, casadielles, canutillo o frixuelos, por poner sólo algunos ejemplos. Una auténtica delicia que cuenta con el distintivo de Mesas de Asturias, garante máximo de calidad en la región.

- En 1999 abrieron sus puertas, y pueden presumir de que el éxito les ha acompañado casi desde el principio. ¿Cuál es su receta?

- La receta de nuestro éxito es muy simple: trabajar mucho, atender siempre de forma excelente al cliente y ofrecerle el mejor servicio y, sobre todo, no engañarles. Debemos estar muy pendientes de que se sientan bien en nuestro local pero también debemos ser honestos y servirle lo mejor, siempre con las mejores materias primas a nuestro alcance.

- Defíname la cocina de su establecimiento

- Nuestra cocina destaca por una oferta de producto bien tratado en la que siempre intentamos aprovechar lo mejor de cada momento, los productos de temporada. Por ejemplo, ahora estamos apostando mucho por las verduras, muchas de ellas están en su mejor momento, así como por el bonito, que cocinamos de diferentes formas, todas ellas deliciosas y muy demandadas como la ventresca a la parrilla. Los pescados los trabajamos muy bien, lo mismo que las carnes y los platos de cuchara como las lentejas, el cocido, el pote...

- Parece que la clave está en las materias primas...

- Una buena materia prima es fundamental, aunque quizá lo más importante sea no estropearla en los fogones, tratarla como se merece para sacar lo mejor y aprovecharla al máximo. Esto es algo que los clientes notan.

- En su caso, la calidad prima sobre el precio, ¿es su local un buen ejemplo de que lo bueno no siempre es caro?

- Está claro que cuando hablamos de productos de calidad estos no suelen ser baratos; si lo son, es que no es tan bueno. En nuestro caso, hemos intentado adaptarnos a los tiempos actuales, sobre todo en los años más duros de la crisis. Hay establecimientos que optaron por invertir menos en materias primas y mantener los mismos precios, mientras que nosotros hicimos lo contrario: ajustamos los precios sin que se la calidad de nuestra cocina se viera resentida. Como ya dije antes, nunca vamos a engañar a nuestros clientes.

- La parrilla es uno de sus puntos fuertes, ¿dominarla es todo un arte?

- Yo creo que sí. Parece fácil pero tiene sus complicaciones, por lo que hay que saber tratarla y saber pillarle el punto a la parrilla. En nuestro caso contamos con profesionales de primera que garantizan que todas las recetas estará en su punto. En la parrilla trabajamos la carne roja a la brasa, la "vaca vieja", chuletas, entrecot, y también algún pescado que se preste, como el besugo, el rape o la lubina.

- En una época donde la innovación invade todos los ámbitos, ¿en la cocina sigue primando la tradición?

- En mi opinión, hace años estuvo más presente el tema de la innovación y se intentó imponer la nueva cocina más que ahora. Creo que la cocina bien tratada, las recetas con sabor y elaboradas sin prisas son la base de toda la gastronomía. A partir de estas elaboraciones tradicionales surge y se desarrolla la denominada "nueva cocina".

- ¿Estos cambios en la restauración han llegado a la clientela?

- Creo que los comensales de ahora cada vez valoran más lo tradicional, un servicio atento, los productos de calidad y sobre todo, las recetas de siempre cocinadas con mimo y esmero.

- ¿Los asturianos son conscientes de la riqueza de su gastronomía?

- Creo que muchas veces no valoramos los productos de la tierra en su medida. Ha sido siempre así. Quizá lo que más me desagrade no es tanto que no valore como que se erija como estandarte de la gastronomía asturiana un producto que no lo es. Hablo del cachopo, que ahora está muy de moda y realmente no es asturiano. Es una receta inspirada en un plato francés llamado Cordon Bleu -pechugas de pollo en cuyo interior llevan jamón York y queso derretido-. Creo que no tiene mucho sentido que ahora sea la máxima representación de la cocina asturiana, porque para nada es así.

- ¿Cuál es su producto de temporada favorito?

- Estamos en las últimas semanas de primavera, y es buena época para la menestra, así como para el bonito, que comienza ahora y los preparamos en varias versiones como en escabeche, a la parrilla, la ventresca ... la verdad que tiene mucha oferta y una gran demanda.

- De cara al verano, ¿cuál es su receta imprescindible?

- No sabría elegir una en particular. Tengo muchas recetas y platos favoritos, y todos son deliciosos.

Qué ver en Siero

Foto cedida por la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado de Asturias / Camilo Alonso

El Asador de Abel se encuentra en Argüelles, parroquia del concejo de Siero, ubicada a unos seis kilómetros de la capital, Pola de Siero, y muy cerca Noreña y Tiñana, localidades con las que limita, respectivamente, al este y al sur. Además de por su famoso restaurante, Argüelles es conocida por las fabes de la granja que allí se cultivan, con su propia denominación de origen; y por la Iglesia de San Martín, construida, según la fecha fundacional, el 28 de abril del año 621.

Siero, dividido en 29 parroquias, es un concejo con innumerables atractivos. Para comenzar, ofrece un marco inigualable para realizar bellas e interesantes excursiones y para disfrutar de la naturaleza, siendo además escenario de parte del Camino Primitivo de Santiago. Tras su rápido paso por Sariego, los peregrinos desviados a la altura de Villaviciosa de la Ruta de la Costa, atravesaban y atraviesa el municipio de Siero con la mirada ya puesta en la cercana ciudad de Oviedo. Se trata de un recorrido cómodo por un terreno llano que sorprende al caminante, ya muy habituado al paisaje montañoso asturiano. En su primer tramo de Pola de Siero, cruzaba el romero el término de San Martín de Vega de Poja, cuya iglesia parroquial, de apariencia barroca, conserva aún en su portada occidental restos de su antigua fábrica de la primera mitad del siglo XIII.

En cuanto a su gastronomía, el concejo sierense tiene fama en toda Asturias por la calidad y elaboración de los productos de la tierra. Son especialmente conocidos los embutidos derivados de las carnes de vacuno o porcino, destacando entre otros, los callos, la lengua embuchada, las mollejas, la carne gobernada, la sopa de hígado de cerdo, el hígado encebollao y el lacón cocido o relleno. Igual de típicos son los platos que se preparan durante las fiestas de Les Comadres, Güevos Pintos y Carmín, tales como los bollos preñaos, la tortilla de sardines salones, la tortilla de miga de pan, las empanadas de carne, bonito o anguila. Asimismo entre los postres existen distintas especialidades según las diversas actividades festivas del año, tales como: frixuelos, picatostes, borrachinos, fritos de leche, castañes cocies, y los tortos de harina de maíz. Mencionar también el queso de varé, elaborado en Varé, en Anes, un queso de forma cilíndrica y blanco, realizado con leche curada de cabra. Esta riqueza gastronómica del concejo, se relaciona y se deriva en parte por la completa oferta que existe en cuanto a instalaciones de venta y transformación de los productos de la huerta y la ganadería local, contando la capital del concejo con una plaza de abastos y uno de los mejores mercados de ganado de Europa, celebrándose a lo largo del año diferentes mercados.

Siero es también conocido por su tradición y excelencia llagarera, siendo el tercer municipio de Asturias en número de llagares, destacando en este sentido la parroquia de Tiñana, en la que se concentra el mayor índice de producción de sidra por número de habitantes.

En cuanto al arte y la cultura, merecen una visita la Colección Filatélica Ornia, en la capital sierense; el Museo del Sifón, en La Pola; el Museo de la Romería de El Carbayu, el Museo del Taller del Títere, en Samartino; o el Museo del Hórreo en Miniatura (MUHOMI), en La Carrera.

Más información en:

www.turismoasturias.es

www.elasadordeabel.com