El buen tiempo, la cercanía de un verano que promete, como siempre, una intensa y tentadora Asturias invitan a los que gustan de disfrutar del sol y del paisaje a caminar sin prisa y con ganas por rutas como la de hoy, en el concejo de Colunga, con tramos de distinta longitud dependiendo de hasta dónde se quiera llegar dentro de su conocida ruta de los Misterios del Mar.
Partiendo tanto de la playa de La Isla hacia Huerres o bien en sentido inverso, se puede disfrutar de uno de los recorridos más guapos y sencillos, que va bordeando los acantilados y ofreciendo unas vistas maravillosas tanto del mar como de la montaña. Eso sí, no deja de resultar cuando menos sorpresivo encontrarse, en medio de esta ruta dominada por la belleza del entorno, los vestigios de unas trincheras de la Guerra Civil que, curiosamente, nunca llegaron a ser utilizadas.
A decir de los expertos son unas de las mejor conservadas en toda la región y resultan singulares por haber sido excavadas en disposición de erizo o radial, algo que fue poco común en Asturias, donde casi todas las trincheras eran lineales. En cuanto a los fosos, que tienen una forma de T, eran conocidos como "pozos de tiradores" y allí estaban uno o dos soldados, como señalan los expertos. Se señala igualmente que estas trincheras del bando republicano se habían construido para proteger el aeródromo de Sales. Esta información y mucha más se puede leer con claridad y atención en el panel informativo que se encuentra allí mismo y explica, a grandes rasgos, cómo fue el conflicto bélico en Colunga y el significado de este lugar.
Contrasta sin duda encontrar esta muestra visible de los restos bélicos en medio de un paraje tan hermoso. Sin embargo, es útil para recordarnos cómo fue aquel conflicto allí y darle la importancia y el valor que sin duda tiene. Eso sí, quienes permanecieron atrincherados jamás llegaron a entrar en combate tal y como refiere el propio panel informativo.
Entre otras cosas señala que "la guerra pasó por Colunga tan rápida y violenta como un ciclón. El 21 de octubre de 1937, finalizaba la lucha en Asturias, desapareciendo así el teatro de operaciones del Norte, aunque la contienda aún se prolongaría un año y medio más en otras regiones de España. Las trincheras de La Isla habían quedado inéditas, sin tener la oportunidad de entrar en combate, mirando como estaban hacia la mar y la montaña".
Se trata de ese mismo mar y esa misma montaña que tantos de nosotros hoy miramos o, mejor dicho, admiramos de forma muy distinta.
Afortunadamente.
