Los médicos y enfermeros de Urgencias de primaria, que este fin de semana estuvieron en huelga, denuncian el "juego sucio" del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa). Según aseguran los facultativos, el Gobierno no sólo aplicó unos servicios mínimos "abusivos", sino que además obligó a trabajar a facultativos que querían secundar la huelga mientras que dio libertad a los trabajadores eventuales. A pesar de ello, la convocatoria del Servicio de Atención Continuada (SAC) fue "un éxito en todos los sentidos", según sus promotores. "Se ha visto nuestra importancia", afirma Luis Vega, en nombre del colectivo, tras registrarse hasta siete horas de espera en Puerta La Villa en Gijón.

"Estamos muy satisfechos y esperamos que el Consejero de Sanidad (Francisco del Busto) tome nota y convoque una reunión", agrega Vega. Los 240 médicos y enfermeros que componen el SAC y que atienden las urgencias los fines de semana y los festivos en los centros de salud reclaman una subida salarial de unos 600 euros al mes que les equipare con sus compañeros del SUAP y del SAMU, también dedicados a las urgencias no hospitalarias. Empezaron el paro a las tres de la tarde del viernes y lo terminaron hoy las ocho de la mañana. "A pesar de la afluencia que tuvieron algunos ambulatorios, la gente fue paciente y entendió nuestra problemática. No hay derecho a cómo nos están tratando", expresa Luis Vega.

Según asegura, el Sespa incumplió su propio decreto de servicios mínimos en Cudillero, lo cual considera "muy grave". "Nosotros dijimos que los centros con menos pacientes y que tuviesen otros cerca que se cerrasen. Pero no hicieron caso: prefirieron evitar la imagen de "cerrado" a la atención de los ciudadanos", critica.