El programa de intermediación de alquiler de vivienda impulsado por el Principado el año pasado ha sido un fracaso. Así lo admitió ayer el director general del ramo, Fermín Bravo, quien señaló que se esperaba la adscripción de entre 50 y 70 pisos y sólo se han conseguido ocho, aunque el número de contratos suscritos se redujo a uno.

Bravo indicó ayer en la Junta General, que las causas de que el programa no funcionara se podrían encontrar en el elevado parque de vivienda pública que existe en la región y que tal vez se ha promocionado poco. En este sentido indicó que en 2017 se redoblarán los esfuerzos para darlo a conocer a través de las agencias inmobiliarias y otros colaboradores.

El plan consiste básicamente en llegar a un acuerdo con el propietario de la vivienda para establecer un precio máximo de alquiler, con la garantía de que va a cobrar ya que el Principado actúa como garante.

La consejera de Servicios y Derechos Sociales, Pilar Varela, y Fermín Bravo comparecieron para presentar el Programa de garantía habitacional 2017, que cuenta con 19 líneas de trabajo, entre las que se incluyen medidas preventivas y de análisis, iniciativas para evitar que las familias pierdan sus viviendas y actuaciones para dar cobertura habitacional.

El de 2016 supuso una inversión de 24,2 millones de euros (726.437 más de lo previsto) para atender a 67.398 personas, 20.123 más de las estimadas inicialmente.

La Dirección General de Vivienda está pendiente de firmar un convenio con la Federación Asturiana de Concejos (FACC), el Consejo General del Poder Judicial y la Dirección General de Justicia para actuar sobre los casos de desahucio que no sean conocidos por los servicios sociales municipales o autonómicos y evitar el desalojo de las familias. También se impulsará el programa de inclusión social "Housing First", ya en marcha con 4 personas realojadas en Avilés y 10 pendientes de hacerlo entre Oviedo y Gijón.