La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MAR MORO | Profesora de Filosofía, prepara una tesis sobre el 15-M y movimientos "Occupy"

"Desde la aparición de Podemos hay menos manifestaciones en España"

"El juego de la democracia hace que los partidos edulcoren sus discursos y dejen fuera a las personas que tienen una visión alternativa"

Mar Moro, en la plaza de la Gesta, en Oviedo. LARA FERNÁNDEZ

La profesora de Filosofía Mar Moro, vinculada este curso al IES Juan de Villanueva, en Pola de Siero, prepara su tesis doctoral sobre el 15-M y los movimientos "Occupy" de Estados Unidos, un asunto sobre el que lleva varios años investigando. El tema, al que llegó "por interés personal", la llevó a rastrear algunos archivos de bibliotecas además de realizar "mucho trabajo de búsqueda en internet, al tratarse de un movimiento reciente, en especial, sobre el 15-M".

- ¿Dónde sitúa las raíces de una movilización continuada y sin precedentes en España como la del 15-M, sin el respaldo o la complicidad de ninguna otra organización?

-El precedente de todos estos movimientos, también de los "Occupy" en EE UU, fue la "primavera árabe" y las movilizaciones que se desarrollaron en Islandia. Se trata, en todos los casos, de movimientos en cascada que, como ocurrió en España, se agitaron a través de las redes sociales. No sale a la luz por las instituciones tradicionales, ni por los sindicatos ni por las ONG, sino que nace como una forma de organizar la insatisfacción del momento.

- ¿Lograron su objetivo?

-Establecieron canales de comunicación alternativos y es curioso cómo en EE UU, en los "Occupy", cerraron el movimiento a los medios de comunicación porque no creían que fueran a dar un mensaje real. En España había unas circunstancias previas de gran descontento y a través de la red lo que se hizo fue alentar esas protestas. El precedente del 15-M son las protestas previas a las elecciones del 11 de marzo de 2004 y los SMS llamando a manifestarse ante las sedes del PP. Pablo Iglesias reconoció después que ellos fueron los primeros que diseñaron esos mensajes llamativos y movilizadores. Como en los movimientos de los años sesenta se trató de explicar esa insatisfacción mediante una organización horizontal, sin una sola voz pero que no siempre cuajó de la misma manera. En EE UU surgieron con más conciencia de identidad, mientras que en España no había tanta sensibilidad. Pero ni en "Occupy" ni en el 15-M había referencia alguna, por ejemplo, al papel de los gitanos, que es una parte de la población desde hace siglos.

- ¿Por qué el 15-M cambió la política en España y el movimiento "Occupy Wall Street" de Estados Unidos no prosperó en idéntico objetivo?

-En "Occupy", por el sistema político presidencialista de EE UU, ningún partido absorbió el descontento. Muchos se desvincularon también cuando fueron incluidos en listas de terroristas internacionales tras el 11-S. Eran gente joven, bien formada, de clase media, pero esa situación les impactó e inhibió para seguir participando. Los líderes políticos de EE UU también fueron muy ambiguos. En España lograron que en unos meses se dejara de hablar de reducir el gasto público y el déficit y comenzara a hablarse de desigualdad. Además, aquí el descontento se pudo canalizar hacia un movimiento político, Podemos, que absorbió a los líderes más activos del 15-M y las calles quedaron vacías. A partir de ahí se produjo un trasvase. De hecho, desde la aparición de Podemos ha habido menos manifestaciones en España.

- ¿Cuál fue el final de los movimientos "Occupy"?

-En EE UU desembocó en delincuencia, el interés se desvió, mientras que en España el sistema era más permeable. Ciudadanos también trató de apropiarse del mensaje de ir hacia un democracia diferente, más transparente.

- ¿Qué papel juegan las redes sociales e internet en la comunicación de esos mensajes?

-La falta de líderes claros generó ciertos problemas a la hora de comunicar sus mensajes a través de los medios de comunicación para poder conocer sus reivindicaciones. "Occupy" no quería reivindicar nada porque ese gesto, de por sí, significaba legitimar al Estado y ellos querían otro tipo de sociedad política. El 15-M no fue tan anarquista y dejó claro su rechazo a un sistema de representación que hace que todos los partidos moderen mucho su discurso. Al final, en ese juego de la democracia, las personas más extremas no hallan a nadie que les hable. Los partidos en España edulcoran su discurso y dejan fuera a personas con una visión alternativa.

- ¿Cuáles son las diferencias entre los indignados de "Occupy" y los del 15-M?

-En "Occupy" estaban prohibidos los megáfonos, se repetían pequeñas frases. Eso inhibe a muchos que carecen capital cultural suficiente para realizar una intervención contundente. Inevitablemente, las desigualdades estaban presentes pero no reconocidas. El debate en el 15-M era más abstracto, de dedicar más tiempo, y tendía a eternizarse, pero se logró dar otra visión de la realidad. Se transformó un problema meramente técnico como los desahucios en una cuestión política. Eso tiene un impacto político muy potente.

Compartir el artículo

stats