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Elecciones generales de 1977: cuatro décadas de una cita política histórica

Cuando Asturias se reencontró con las urnas

PSOE y UCD se repartieron ocho de los diez diputados en juego en el Principado en los primeros comicios democráticos, hace ya cuarenta años

La Pasionaria, en el famoso mitin del estadio avilesino Suárez Puerta. LNE

El 15 de junio de 1977 había ganas de votar y de ser votado. En una Asturias que había perdido la costumbre de las urnas, casi el 75% de los electores acudieron a depositar su voto en las primeras elecciones generales de la democracia. En el mostrador, papeletas de doce fuerzas políticas, de la ultra derecha a la extrema izquierda. Había donde escoger aunque seis de cada diez votantes asturianos eligieron las opciones de UCD (30,9%) y PSOE (31,8%). Los demás se repartieron migajas, con Alianza Popular (13,5%) y el PCE (10,4%) al frente de los secundarios.

Fue una jornada en paz, de largas colas y mucho desconocimiento de la técnica electoral. Hubo pedagogía a pie de urna y doce fuerzas políticas para repartirse 584.000 votos. La UCD de Adolfo Suárez ganó en 48 concejos asturianos y el PSOE de Felipe González lo hizo en 26. En aquella España aún en blanco y negro los centristas ganaron con holgura.

De aquellas elecciones salieron diez diputados y tres senadores asturianos. Cuarenta años más tarde, tan sólo tres de ellos pueden contarlo. Y los tres de la UCD: Emilio García-Pumarino, Alfredo Prieto Valiente y Ricardo León Herrero.

Fallecieron los cuatro diputados asturianos del PSOE, Luis Gómez Llorente, Honorio Díaz, José Manuel Palacio (más tarde alcalde de Gijón) y Emilio Barbón. Nos dejó también el cabeza de lista de UCD, Luis Vega Escandón. También Juan Luis de la Vallina, número 1 de Alianza Popular, y Dolores Ibarruri "La Pasionaria", que -en contra del criterio del mismísimo Santiago Carrillo- fue cabeza de cartel comunista en Asturias.

Tres de los senadores asturianos elegidos, Atanasio Corte Zapico (Izquierda Democrática), Wenceslao Roces (PCE) y Rafael Fernández (PSOE), formaban parte de una candidatura unitaria denominada Senado Democrático. Roces aguantaría de senador un par de suspiros porque pronto retornó a México, el país en el que había vivido su exilio.

La cuarta plaza al Senado en disputa cayó del bando ucedista. Fue para José María Alonso Vega, fallecido en 2007.

"Fueron unos años apasionantes. Yo había pedido una excedencia en el trabajo para embarcarme en una aventura que no sabíamos cómo podía acabar. Cuando entré en el Congreso de los Diputados, tras las elecciones, me sentí muy orgulloso de aquella imagen que representaba la reconciliación de las dos españas".

Son palabras de Emilio García-Pumarino, hoy con 69 años y entonces, en 1977, diputado que no había cumplido los 29. De los más jóvenes de la Cámara Baja.

"Sabíamos que estábamos haciendo historia, y que además la estábamos haciendo en paz", recuerda García-Pumarino, hoy responsable del Registro de la Propiedad de la localidad madrileña de Colmenar Viejo.

El año 1977 fue convulso y hasta sucio. En Asturias comenzó con un pequeña cataclismo -no solo sentimental- en la izquierda. El sindicalista de CC.OO. Juan Muñiz Zapico "Juanín", moría en un accidente de tráfico el 2 de enero. El día 24 de aquel mismo mes se produjeron los cinco asesinatos de los abogados laboralistas de la calle Atocha a manos de dos pistoleros de la extrema derecha. Fue uno de los momentos claves de la transición. En aquel despacho trabajaba la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por entonces una joven de 32 años que se libró porque uno de sus compañeros le había pedido su despacho para una reunión en aquel día fatídico.

ETA mataba, el GRAPO mataba. El terrorismo dejó en 1977 casi cuarenta muertos. Cada asesinato se encontró con la respuesta serena y enérgica de un pueblo ejemplar. Y cada disparo, bomba, y víctima, se convirtieron en un paso atrás de los violentos.

Alfredo Prieto Valiente, 82 años, sigue en activo como abogado en su despacho en Oviedo, y también recuerda aquella sesión constituyente en el Congreso. "Mi primera impresión, y la que aún permanece en mi memoria es que en aquellos momentos habíamos superado por fin el cainismo político que nos había acompañado a los españoles desde dos siglos atrás", dice el que fuera diputado y posteriormente consejero de Comercio y Turismo del Principado durante los años 1980 y 1981.

"Vivimos aquello como el fin de una larga etapa en la que media España andaba detrás de la otra media; a veces con una estaca, a veces con un fúsil", señala Prieto Valiente, quien valora el "espíritu de consenso", que implica siempre "un acto de renuncia".

UCD y PSOE se repartieron las medallas. Alianza Popular, la derecha que se definía como "partido conservador, centrista y popular", se quedó sin sitio porque el centrismo era cosa de otros. La perplejidad fue mayúscula entre los líderes comunistas, que esperaban en Asturias unos resultados muy superiores a aquellos 60.000 votos logrados. Dolores Ibarruri llegó a la cita con las urnas ya octogenaria. Hacía un mes que había regresado a España. Lo que se dice una candidata con escaso arraigo.

Los resultados en Asturias, concejo por concejo, fueron muy dispares y hasta pintorescos en algún caso. La Alianza Nacional 18 de Julio (extrema derecha) llegó a ganar en un concejo, Santa Eulalia de Oscos, donde logró la friolera del 38% de los votos. El mayor apoyo logrado por un partido fue el de UCD en Pesoz, con el 74% de los sufragios. La Unidad Regionalista, con más de 11.000 votos, restó apoyos a los partidos tradicionales de la izquierda. Su número 1 fue Aida Fuentes, después de que parte de aquel conglomerado de siglas vetara a Antonio Masip como cabeza de lista. Dicen que Masip tenía fama de rojo muy rojo, y que casaba mal con algunas sensibilidades políticas de la coalición.

Los 42.000 votos del Partido Socialista Popular de Tierno Galbán hicieron mucho daño al PSOE. Aquel PSP, versión más académica del socialismo, obtuvo más del 10% de los votos en Gijón y Avilés, y el 9% en Oviedo.

Año y medio más tarde España votaba por amplísima mayoría la Constitución de 1978, aún vigente.

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