La alineación de fuerzas alrededor del proyecto de reforma del régimen electoral asturiano ha mutado. Lo que hasta ahora eran los tres grupos promotores a favor, toda la derecha cerrada en banda en contra y Podemos en medio, de perfil, ha pasado de pantalla en dirección a un escenario nuevo. Ciudadanos, impulsor de la iniciativa junto a PSOE e IU, abrazó ayer la propuesta que Podemos hizo el sábado de devolver el texto a su versión inicial, de reanimar su tramitación aplazada y de pasar por encima de los reparos legales y competenciales que lo tienen aparcado.

Ese movimiento equivale a poner a naranjas y morados juntos en un lugar donde ya no están ni PSOE ni IU, más partidarios del escrúpulo en el respeto a los informes jurídicos parlamentarios que han advertido diversas fallas internas en el proyecto y algunas contradicciones entre la reforma legislativa asturiana y la ley electoral del Estado. Y así, mientras el proyecto permanece detenido, aparcado indefinidamente y a la espera de que avance en el Congreso la reforma en curso de la ley estatal, en la Junta las piezas del puzle han cambiado de orden. El nuevo es diferente, pero se parece al anterior en que tampoco aclara nada sobre el futuro del texto.

"Parece que hay partidos que no están por la labor de que salga adelante", lamentó ayer la diputada de Ciudadanos Diana Sánchez. Antes de dar las gracias a Podemos celebra que la formación morada haya manifestado su pretensión de que "esta ley no quede sepultada ni guardada en un cajón", dando "un paso fundamental hacia delante" y asida a sus mismos argumentos entiende que "no caben los obstáculos de índole jurídica", que "para eso están los trabajos en la ponencia", donde se dice convencida de que esos impedimentos "se pueden salvar". Como un aviso suena la advertencia posterior que dice que "no creo que PSOE e IU se opongan a la continuidad de la reforma, pero en tal caso será un fracaso de ellos".

Podemos era aquella fuerza cuya postura se adelantaba decisiva para el futuro de la reforma por el cerrado rechazo en bloque que siempre han manifestado PP y Foro. Su pretensión de volver al principio y debatir la adición de propuestas en algún caso coincidentes con las de Ciudadanos ha trastocado las alianzas sin que eso aclare los apoyos para asegurar el futuro del proyecto en el parlamento.

Mientras tanto, en Podemos, el diputado regional Daniel Ripa invocó su sensación de que la espera por el Congreso "equivale a la muerte de la ley" e invitó a ser "un poco más valientes". "El Gobierno debe sentarse a dialogar y valorar propuesta a propuesta", remató.