Un periodista formuló una pregunta y él respondió. Pero no de forma inmediata. Tomó su teléfono móvil, tecleó la respuesta y un aparatito -un reproductor JBL conectado al móvil mediante "bluetooth"- la convirtió en palabra hablada al cabo de pocos segundos: "Estoy convencido de que el próximo día 21 va a iniciarse el cambio de modelo de atención a la ELA. Esto no puede seguir así. A ver si los políticos nos dejan".

El "cambio de modelo" lo preconiza Francisco Luzón, un hombre que fue durante tres décadas un importante banquero y que a causa de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) ha perdido la voz, pero se ha ganado el respeto de la gente y se ha empeñado en convertir en logro colectivo lo que bien podría ser para él una simple ambición personal. Se ha empeñado en impulsar un plan nacional para la atención a la ELA, una enfermedad degenerativa de origen muscular que carece de cura y que aboca a la parálisis total del enfermo, afectando a la capacidad de hablar, masticar, tragar y respirar.

Luzón estuvo ayer en Asturias para sumar al Principado a lo que pretende ser un estrategia nacional y coordinada contra una enfermedad devastadora. El exbanquero ha creado una entidad, la Fundación Luzón, que ya en el lema que lleva en su frontispicio, "unidos contra la ELA", expresa esa vocación de movimiento armónico que ofrezca una asistencia y unos servicios equitativos a los aproximadamente 4.000 españoles (de ellos, unos 120 asturianos) afectados de ELA.

El objetivo del convenio firmado ayer por la Consejería de Sanidad del Principado y la Fundación Luzón consiste en "mejorar la calidad de la asistencia, promover la investigación y contribuir a la calidad de vida" de los pacientes. Tanto Luzón como el titular de Sanidad, Francisco del Busto, manifestaron su confianza en que, el próximo día 21, el Consejo Interterritorial de Salud, donde están representados el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, dé luz verde al anhelado plan nacional que permita desplegar "una atención a los enfermos diferente a la que están recibiendo, dada su complejidad y perversidad", señaló Luzón.

De llevarse a cabo, este logro supondría derribar las fronteras que existen entre los sistemas sanitarios de las 17 comunidades autónomas del país. El desafío presenta, sin duda, unas proporciones muy notables.

En la firma del convenio estuvieron presentes algunos asturianos que sufren ELA, y también médicos que atienden a los enfermos. Luzón quiso que asistiera el catedrático de Bioquímica Carlos López Otín, autor de investigaciones trascendentales acerca de diversas enfermedades raras. Otín es uno de los candidatos al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, que hoy se falla en Oviedo.

"Este tipo de convenios nos ayuda a situarnos más cerca de las personas afectadas, de sus familiares y de las personas que se ocupan de su cuidado", subrayó el consejero del Busto. Asturias es la octava comunidad autónoma que se suma a este convenio, y en las próximas semanas se agregarán algunas más. Luzón ha expresado su disgusto por la negativa del Gobierno vasco a suscribir lo que son convenios marco de los que luego han de derivarse acciones concretas. "Los 120 enfermos asturianos van a ser tratados según la mejor evidencia científica de cada momento", indicó Del Busto.

Preguntado por los periodistas sobre sus antiguos vínculos con la gente que maneja dinero, Francisco Luzón tecleó en su móvil: "Sin duda, tengo muchas relaciones que ahora utilizo en favor de los enfermos". Y en otra de sus respuestas, dejó entrever su estado de ánimo, pese a las limitaciones que le impone una patología cruel: "Gracias por hacerme feliz en este día".