La súbita tormenta de granizo que anegó algunas calles de Oviedo repitió el mismo escenario que se vivió en varias localidades asturianas hace un año. El 22 de junio de 2016, alrededor de las siete de la tarde y durante diez minutos aproximadamente -como anoche-, cayeron del cielo bolas de hielo "como pelotas de golf", según el testimonio de algunos vecinos, que causaron daños en coches, techumbres y en las cosechas de faba y maíz. La espectacular granizada volvió a repetirse media hora después reventando incluso las lunas de algunos vehículos.

El fenómeno de ayer, según los expertos, responde a un núcleo tormentoso de cierta intensidad y alta precipitación que se dirigió directamente a la ciudad de Oviedo en dirección suroeste-noreste, con frecuente aparato eléctrico. Tras unos minutos de lluvia débil, comenzó a caer granizo de forma súbita y tan intensa que éste dio lugar al fenómeno conocido como "niebla de granizo", producida por la evaporación del agua del pedrisco. En los diez o quince minutos que duró la granizada, se registraron 12,2 milímetros en la estación oficial de la AEMET, aunque en algunas estaciones alcanzó hasta 19 milímetros. Fue tal la intensidad de la tormenta que provocó inundaciones y dejó algunas carreteras anegadas en Oviedo y el área central. En las carreteras se registraron varios choques, uno de ellos en Riberas, entre Soto del Barco y Pravia, donde la colisión de dos vehículos provocó retenciones. En la autopista "Y" una furgoneta de Conservación de Carreteras aconsejaba a los automovilistas circular a una velocidad moderada durante los minutos que se prolongó una fuerte tromba de granizo, al filo de las diez de la noche.

Por barrios, en Oviedo, la riada era tal que en Ciudad Naranco y La Argañosa los cubos de basura se desplazaban a merced de la corriente. Y junto al Palacio de Deportes, el torrente cubrió por completo la calle. También quedó anegado el cruce de Las Campas con la carretera San Claudio como consecuencia de las fuertes precipitaciones. La tormenta obligó incluso a paralizar el tráfico en algunas calles de la capital, con un registro de precipitación acumulada pasadas las diez y media de la noche de 12,2 milímetros.

Entre tanto,la ola de calor que sofoca a media España continúa alejada de Asturias que amaneció esta mañana, de nuevo, con nieblas y "orbayu". La Aemet anuncia, no obstante, que los termómetros superarán este miércoles los 30 grados en el Suroccidente de la región, mientras que en otras zonas del interior, como Oviedo, llegarán a los 25. La subida de temperaturas irá acompañada, no obstante, de intervalos de nubes bajas en el litoral y de chubascos con tormentas en la Cordillera Cantábrica. En España, casi una treintena de provincias estarán en riesgo por temperaturas que rozarán los 40 grados siendo todavía primavera.

En concreto, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para hoy cielos pocos nubosos con intervalos de nieblas en el litoral. La formación de estas brumas se debe a los afloramientos de aguas frías en el mar Cantábrico, que consiste en la subida de aguas profundas en sustitución de las superficiales y que se condensan al entrar en contacto con el aire cálido del exterior.

Ayer la temperatura máxima se registró en Pola de Somiedo y fue de 25,8 grados a las seis de la tarde. En Oviedo, en plena tormenta de granizo marcaba 22,4. No obstante, el mercurio no sólo se situará hoy por encima de los 20 grados, sino que en algunos puntos superará los 30. La Aemet pronostica que los termómetros en Cangas del Narcea se sitúen entre los 30 y los 19 grados, Langreo entre los 27 y los 18, Oviedo entre los 25 y los 15 y Gijón entre los 23 y los 17. Para mañana se esperan cielos poco nubosos y no se descartan chubascos dispersos en zonas de montaña. El viernes y el sábado continuará la estabilidad, al igual que en el resto de España.

La Aemet lanzó ayer un aviso especial por ola de calor, la primera de la temporada estival aún sin entrar el verano de forma oficial. Hoy tendrán riesgo importante por calor Huesca, Zaragoza, Teruel, Lérida, Madrid, Navarra, que llegarán a 39 grados, y Cuenca, por 37 grados.

Asturias superó el pasado sábado los 28 grados, pero hoy el bochorno será mayor y puede que aumente de cara a este próximo fin de semana.