El presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, puso de patitas en la calle a Dorina Bicher, la novia rumana de José Antonio Postigo, que dirigía el residencial de Los Alcázares, en Murcia, el 23 de octubre de 2014, después de saber que había endosado a la entidad una serie de gastos para arreglar la casa de la pareja en Torre Pacheco. Le llegaron a colar al Montepío hasta la vajilla, y dejaron temblando el almacén de Los Alcázares, del que se llevaron tres televisores, una lavadora, una nevera, mesas, sillas... que encima se transportaron con medios de la empresa.

Entre los gastos cargados al Montepío, más de 15.000 euros, está la ornamentación de la piscina de la casa -incluidos seis limoneros, un naranjo, 6 parras, 33 geranios, 34 petunias, 5 cipreses y el abono para plantarlos-, la iluminación, el alquiler de contenedores para recoger los escombros de la obra, ladrillos y yeso, siete colchones, cinco somieres, seis sillas "provenzal" y también la vajilla: 12 platos hondos, 12 llanos, 12 de postre, 6 fuentes, 12 copas de vino, 14 echadores, 12 tenedores, 12 cuchillos chuleteros, 12 cucharas de mesa, 12 cucharas de café, 12 cucharas moka, 12 cuchillos, 1 cazo de sopa y un cucharón de legumbres.

Del almacén, arramblaron con dos meses y ocho sillas, como mobiliario de piscina. "Se procedió a su pago (por el Montepío) sin sospechar siquiera que estaba usted defraudando no solo la confianza, sino los intereses legítimos de la empresa y de los mutualistas que sostienen económicamente la actividad cuya dirección usted tenía encomendada", finaliza la carta.