Marino González se ha convertido en uno de los grandes animadores del verano gijonés. Es el productor de Metrópoli y de conciertos, como el de Joaquín Sabina. Le gustaría ver a artistas de primera línea en la ciudad y sueña con que el festival, que se celebra en Gijón del 30 de junio al 9 de julio, se extienda fuera de Asturias. E incluso de España.
- ¿Es el mejor verano musical de la historia de Gijón?
-Diría que es el más completo. Para mí no es el mejor. Hay muchas cosas, y es una pena que se haya caído el Tesla Sinfónico de El Molinón con muchos artistas, porque era un complemento muy bueno. Había allí nueve artistas, que sumados a los 25 de Metrópoli, los 30 del Tsunami Xixón, los 15 de la Semana Grande, Sabina y Luis Fonsi conformaban un auténtico desparrame. Pero no porque haya mucho tiene que ser el mejor verano. Todos somos culpables, porque quizá nos hemos ceñido al mismo género. Pero lo que está claro es que Gijón tiene que estar muy orgulloso de su programación cultural, porque es una referencia en España.
- ¿Qué echa en falta?
-Un artista internacional de primera línea cada verano que pueda llenar El Molinón o Las Mestas.
- ¿Qué gran artista le hubiera gustado traer este verano a la ciudad?
-Estuvimos valorando traer a "Coldplay", por el espectáculo que tiene. También barajamos la opción de "Guns N' Roses" o "Red Hot Chili Peppers". Con los tres grupos hablamos, pero no fue posible llevarlo a cabo.
- ¿Cuál es el secreto del éxito de Metrópoli?
-Que es muy accesible y heterogéneo. La gente puede asistir muchas veces por el precio popular de su entrada, tiene cabida todo tipo de públicos, y se puede ir con la familia, con la pareja o los amigos. Y los contenidos son muy atractivos y han evolucionado en cuanto a calidad.
- ¿Qué le ha sorprendido sobre sus previsiones iniciales?
-No esperábamos contar con actores de "Juego de tronos" como va a suceder este año. La música ha invadido por completo el festival, porque los artistas ya se interesan por venir. Y me ha sorprendido mucho la evolución de "Star Wars", ya que nos hemos convertido en la convención número uno de España y este año tendremos el mayor desfile que se haya hecho hasta la fecha, con cerca de 400 personas.
- ¿Ser friki vuelve a estar de moda?
-El universo friki nunca ha dejado de estar de moda, lo que pasa es que se ha expandido más allá de los frikis. ¿A quién no le gustan "Star Wars", "Spiderman", "Batman" o "Superman"? Todos tenemos un friki dentro.
- ¿Hacia dónde puede seguir creciendo Metrópoli para futuras ediciones?
-Lo primero es mantener todo lo que tenemos, que no es poco. Y después hay que crecer en tamaño y contenidos. Estamos estudiando la posibilidad de hacer Metrópoli en otras ciudades de España, mediante clones, o franquiciar la idea. Mi sueño sería tener Metrópoli en una ciudad de Europa y saltar el Atlántico y estar en América.
- ¿Y puede crecer en días?
-No, porque nuestra idea no es fagocitar el verano, y con diez días es más que suficiente porque ya existen otras propuestas en Gijón. Queremos crecer en superficie y coger más espacio del recinto ferial o saltar al parque Hermanos Castro.
- ¿Está completo el programa veraniego de la ciudad o hay espacio para más?
-Estamos muy bien surtidos de cultura y eventos en la ciudad. Programar más sería quizá morir de éxito. La ciudad también tiene que vivir y respirar. Gijón está muy bien equilibrado, y aparte de los conciertos, Metrópoli o la "Semana negra", también tenemos un Oktoberfest. Hay propuestas para todos los públicos.
- ¿Qué momento del año se debería potenciar?
-Echo de menos el Festival de Cine de hace muchísimos años, cuando había una semana en noviembre en la que se sentían en la ciudad el cine y la fiesta. Porque en las Navidades estamos muy vivos. Y aunque hay momentos más flojos, nunca se deja de programar.
- ¿Corre peligro la celebración de Metrópoli después del conflicto con Tesla, que da apellido al festival como sponsor?
-Metrópoli no corre ningún peligro y se va a celebrar con total normalidad. No vamos a perder ningún contenido ni artista.
- Después de la suspensión del macroconcierto de El Molinón se ha extendido la creencia de que un formato así, con tantos artistas de diferentes estilos y con precios elevados, es algo inviable en una región como Asturias. ¿Lo comparte?
-No. Nosotros diseñamos ese concierto y era totalmente viable, pero con los precios que presentamos de inicio, porque consideramos que el concierto era caro. Las entradas deberían costar entre 30 y 65 euros.
- ¿Organizará este verano los conciertos en el Jardín Botánico?
-Les vamos a dar algo de respiro a los conciertos íntimos del Botánico, porque meter cuatro conciertos más en la ciudad sería luchar contracorriente. Nos gusta traer artistas de primer nivel y creíamos que la apuesta era algo arriesgada.
- Usted ha sido crítico con las ayudas a la "Semana negra", un festival con 30 años de antigüedad que acumula pérdidas. ¿Qué fórmula cree que sería la idónea?
-No viven de una entrada, sino de subvenciones, patrocinios y el alquiler de los espacios. No se puede gastar dinero más del que se tiene, porque se dan pérdidas, como ha sido el caso. La "Semana negra" es algo que nos produce mucha admiración y que ha colocado a Gijón en el mapa. Y nos apena que se conozca más por sus conflictos que contenidos. Es cierto que los contenidos culturales se han diluido algo dentro de los de ocio, pero no me quiero meter en la línea editorial.
- ¿Cree que se debería comprar entrada?
-No sería descabellado, pero eso va dentro de la filosofía de la organización. Nosotros cobramos una entrada simbólica para hacer que haya filtro y evitar dentro conflictos, peleas o robos. También se paga en la Feria, o en Mercaplana o en más actividades. Aunque es verdad que al público le cuesta, pero debería pagar, porque no creo en la cultura gratuita, al igual que pagamos a los artistas para que vengan.
