Mientras veintitrés provincias españolas permanecen en alerta por la sofocante ola de calor que cubre la práctica totalidad de la península, Asturias y el Cantábrico se han convertido en un oasis con temperaturas medias por debajo de los 20 grados. En Madrid, por contra, ayer se alcanzó el récord histórico del termómetro en un mes de junio: 41 grados.

Los meteorólogos advierten de que la ola de calor continuará hoy en España y alcanzará su momento máximo antes de que "muy suavemente" comiencen a descender las temperaturas. En Asturias está previsto que hoy empiece a notarse una subida de temperaturas, en especial de las máximas, que podrían llegar a los 29 grados en Oviedo, 25 en Gijón y 24 en Avilés.

Aunque la mayor parte de la región se mantuvo ayer fresca, sin llegar a superar los 24 grados, algunos puntos de la cordillera sí percibieron los efectos de la ola: el Puerto de Leitariegos alcanzó los 27,7 grados de máxima, al igual que la estación del puerto de San Isidro.

Pero ¿qué hace que Asturias haya logrado mantenerse fresca mientras el resto del país se asa? La clave está en la situación geográfica del anticiclón y la presencia próxima del mar, lo que permite que "afloren" corrientes frías del fondo marino. Manuel Antonio Mora, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Asturias, explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA las causas que lo explican.

Temperaturas frescas

"La situación sinóptica, determinada por el anticiclón de las Azores extendiéndose en cuña al norte del Cantábrico y una baja térmica debida a la masa de aire cálido sobre la Península, ha hecho que predominen vientos de componente Este, que favorecen el afloramiento de aguas profundas y por tanto frías en el litoral Cantábrico", explicó Mora. Esas corrientes enfrían el aire cálido y húmedo que se encuentra sobre ellas, dando lugar a nieblas y nubes bajas que limitan la radiación solar en el Principado. "Por tanto, las temperaturas son frescas, de forma que hay gran contraste entre las zonas despejadas y las cubiertas por nubes y nieblas", señaló el delegado de la Aemet.

En definitiva, sostiene, "la influencia marítima es fundamental, suavizando la temperatura, algo que no ocurre en el interior peninsular". Pero esta situación puede empezar a cambiar hoy mismo. La previsión es que el anticiclón se fortalezca al norte de la península, de modo que los vientos los próximos días tenderán a ser del Sureste. Esta dirección hace que sea menos propicia la formación de nubosidad en el litoral, por lo que Asturias puede perder su privilegiada condición meteorológica en esta ola de calor.

Está previsto que suban notablemente las temperaturas, aunque esto no implicará que no haya nubes, sino que estas evolucionarán a lo largo del día dando lugar a chubascos y tormentas a partir del domingo y sobre todo lunes y martes.

La Agencia Estatal de Meteorología tiene previsto ofrecer el próximo miércoles la predicción para el verano, que entrará el 21 de junio.