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La Variante tardará en abrirse al menos tanto como el túnel más largo del mundo

Los plazos de Fomento abocan al paso ferroviario a los mismos 17 años de obras que consumió el de San Gotardo, con más del doble de longitud

El túnel ferroviario más largo del mundo atraviesa el macizo de San Gotardo, en los Alpes suizos, y mide 57 kilómetros. Son más de dos variantes de Pajares, pero si se cumple el calendario del Ministerio de Fomento, los dos habrán consumido el mismo número de años en obras. Diecisiete. El último plazo del Gobierno para la apertura de los túneles gemelos de Pajares alarga el trámite hasta 2021, cuando se cumplan diecisiete de la primera dovela y el tiempo transcurrido sea equivalente al que había pasado cuando en 2016 se abrió el paso alpino entre las localidades suizas de Erstfeld y Bodio. La proeza de la ingeniería consistió allí en excavar 57 kilómetros a una profundidad máxima de 2.300 metros.

Aquí, en su hermano menor asturiano, todos los plazos de la Variante han saltado por los aires desde que el primero, allá por 2004, propuso 2010 para la entrada en funcionamiento de los túneles. Si al fin fuera el bueno el que el jueves pregonó en León el ministro Íñigo de la Serna, el horadado de la Cordillera habría tardado en pasar de los planos a los trenes tanto como el túnel más largo del mundo. Este 2021 alarga considerablemente el plazo oficial anterior, que previó con persistencia que la Variante se terminaría al final de la pasada legislatura y que a su vez retrasaba todos los demás incesantemente incumplidos, incluido el de 2009 que por error ofreció José Luis Rodríguez Zapatero cuando confundió la fecha de calado de los tubos con la de su puesta en servicio. De un modo similar fueron saltándose los tiempos los gobiernos socialistas y populares: 2010, 2013 -Mariano Rajoy, en el Congreso, vaticinó para entonces la apertura del "primer puente" de la Variante-, 2015?

La última fecha adquiere dimensión cuando se compara con el tiempo que pasó en obras el túnel más largo y profundo del planeta. San Gotardo, 57 kilómetros a 2.300 metros -frente a los apenas 24,6 y mil de la Variante, respectivamente-, no excedió en demasía el tiempo de calado de Pajares. En Suiza, la excavación de la roca consumió siete años (de 2003 a 2010), considerando el exceso de distancia no mucho más que los cuatro que se tardó en alcanzar el otro lado de Pajares, de 2004 a 2009. El problema ha venido después. Equipar el enorme túnel suizo lo dejó listo para los trenes en seis años; en Asturias, el mismo proceso lleva ocho, y subiendo.

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