El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) propone el despliegue de militares en instalaciones sensibles como el aeropuerto de Asturias, el aeródromo de La Morgal o el puerto de El Musel. La medida, que está siendo valorada por el Gobierno, podría llevarse a cabo este mismo verano y pretende reforzar la lucha contra el yihadismo, tras la ola de atentados en Europa y ante la percepción de una mayor amenaza para España.
Los responsables de la lucha antiterrorista de la Benemérita, pero también las asociaciones profesionales, como la Unión de Guardias Civiles (UGC), vienen pidiendo esta medida de forma reiterada al Gobierno, con el fin de reforzar los actuales efectivos. El secretario general de UGC, Ramón Rodríguez Prendes, indicó que los soldados reforzarían los exiguos efectivos de la Guardia Civil. "Con los actuales no llegamos. Además, la presencia de militares es muy disuasoria. Su labor sería preventiva. En caso de que hubiese que practicar alguna detención, ésta correría a cargo de los guardias", señaló este agente.
La Inteligencia militar, que dirige el general Francisco Rosaleny Pardo de Santayana (que en 2010 y 2011 fue jefe del Regimiento "Príncipe", con base en el acuartelamiento "Cabo Noval" en Siero, y con el que cumplió una misión en Afganistán) se ha incorporado recientemente a la célula de seguimiento de la amenaza yihadista, en la que ya están el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos y la Ertzaintza. Esta incorporación se considera como un primer paso de cara a que el Ejército pueda patrullar instalaciones sensibles, como ya ocurre en Francia, Bélgica, Italia o ahora en Gran Bretaña.
Aunque los responsables de la lucha antiterrorista consideran que la presencia del Ejército en instalaciones sensibles podría encajarse en la actual alerta terrorista de nivel cuatro, lo cierto es que, legalmente, solo se contempla el patrullaje de militares por las calles y otros lugares públicos una vez se haya alcanzado la alerta de nivel cinco. El Gobierno no ha considerado por el momento elevar el nivel de alerta.
La presencia de los militares sería un paso más en la lucha contra el yihadismo. Desde hace meses, ha podido verse a los agentes de la Policía Nacional o la Guardia Civil patrullar por las calles con armas de guerra, en concreto el fusil HK G36. En Asturias, aunque los agentes disponen de estas armas, se mantienen en los vehículos, al considerarse inoportuno exhibirlas. En regiones como Galicia, los policías locales están recibiendo formación para actuar en caso de atentado.
