Además de evidenciar otra vez la fractura en las izquierdas, la sesión de orientación al Gobierno dejó ayer en la Junta alguna pulla velada en el interior de las derechas. En su turno para preguntar al Presidente, la portavoz del PP, Mercedes Fernández, atacó a Javier Fernández por el flanco del geriátrico de Felechosa, epicentro de la investigación de la "operación Hulla", reprochándole la connivencia de sus gobiernos, pero también del de Foro, con la edificación ahora cuestionada de la residencia. Habló de dos convenios suscritos por las consejerías de Bienestar Social -una gestionada por IU en el gobierno de coalición con el PSOE, la otra ya en el de Foro- y pidió explicaciones al jefe del Ejecutivo respecto al "acuerdo ilegal" que avaló la construcción. Pero también se acordó de que "alguien dijo" que el geriátrico allerano es "un buen ejemplo a seguir". No atribuyó la cita, pero las palabras coinciden con las pronunciadas por Francisco Álvarez-Cascos durante una visita al complejo del Montepío mientras era presidente del Principado.

A la contra, ayer, Javier Fernández rechazó responsabilidades, adujo que los convenios no conllevaban gasto ni obligaciones para el Principado y acusó a Mercedes Fernández de sacar el tema "porque esta semana unos señores comparecieron en los juzgados por una burbuja. No la inmobiliaria, sino la de la tesorería del PP", dijo en referencia a la declaración como testigos de varios exministros del PP, entre ellos Cascos, en el juicio de la trama "Gürtel".