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Los lagareros garantizan que hay manzana suficiente para la denominación de origen

El presidente del Consejo Regulador ve alcanzable cuadruplicar la producción en cinco años para atender las necesidades de la nueva alianza sidrera

Un trabajador en una pomarada de Ceceda (Nava). I. PULIDO

La entrada del marca "Sidra Seleccionada" en la Denominación de Origen Protegida (DOP) "Sidra de Asturias" va camino de conseguir algunos hitos destacados en el sector en tiempo récord. El primero de todos: la producción, tanto del caldo regional como de la materia prima necesaria para ello. La incorporación a la DOP de ese grupo de lagareros que hasta ahora se promocionaban bajo la marca de "Sidra Seleccionada" permitirá, previsiblemente, elevar a casi 4 millones de botellas la cosecha anual de "Sidra de Asturias". El presidente del Consejo Regulador de la DOP, Celestino Cortina, coincide con el director general de Agroalimentación, Jesús Casas, en que resulta viable también el objetivo de multiplicar por cuatro la producción de manzana en un plazo de cinco años.

Actualmente solo 1,8 millones de botellas de sidra tienen denominación de origen. Suponen, de hecho, una cantidad pequeña respecto a lo que se consume en Asturias. La incorporación a la DOP de los lagareros de "Sidra Seleccionada" permitirá, previsiblemente, elevar las cifras actuales a esos casi 4 millones el número de botellas amparadas bajo el sello "Sidra de Asturias". El objetivo de elevar la producción de materia prima "no es inalcanzable" para el gobierno regional. Según el director de Agroalimentación "si hay más manzanas reconocidas, podremos hacer más sidra con denominación". En la misma línea se pronunció ayer el presidente del Consejo Regulador de la DOP, quien considera que hay manzanas y fincas suficientes para inscribir en la denominación de origen y dar satisfacción a la demanda. "Pese a la vecería no creo que tengamos problemas", subrayó Cortina.

Más optimista fue incluso el también lagarero Samuel Trabanco quien durante la presentación de la gran alianza sidrera, la pasada semana, en Gijón, detalló que en 2016 se registró en el Principado una cosecha de 1,9 millones de kilos de manzana, y una producción de 1,4 millones de litros de sidra con DOP. "Quiero ser ambicioso, y quiero pasarme de los 10 millones de litros en breve", indicó Trabanco, que no se conforma con el incremento del 10% de producción registrado con respecto a 2015 y las previsiones de un aumento de ventas del 15% para el próximo año.

Si bien algunos lagareros de la región -aunque son los menos- cuentan con plantaciones propias, el sector no ve peligro en las necesidades de abastecimiento de materia prima para atender el previsible crecimiento de la cosecha de denominación de origen protegida. "Ya en 2018 intentaremos llegar a los 4 millones de botellas con la sidra que comenzará a elaborarse en apenas tres meses", remarcó Cortina. Para garantizar esos objetivos ya se ha trasladado a las cooperativas y asociaciones de cosecheros la importancia de inscribir las plantaciones incluidas en la DOP en el registro correspondiente del Consejo Regulador.

Según los últimos registros del Ministerio de Agricultura y Pesca el cultivo del manzano de sidra se localiza en España principalmente en las regiones de la cornisa cantábrica: Asturias, Galicia, País Vasco y también Navarra. Las zonas de mayor intensidad productiva, según la estadística del Ministerio,

En el reglamento de la Denominación se especifica claramente que la manzana que se destinará a la producción de sidras amparadas por el Consejo Regulador ha de ser única y exclusivamente manzana de sidra asturiana, excluyendo por tanto, toda manzana que provenga de fuera de nuestra comunidad autónoma. En la práctica totalidad de municipios asturianos es posible encontrar plantaciones inscritas en la DOP "Sidra de Asturias" que cumplen con esos requisitos.

Las variedad acogidas a la denominación de origen son: Durona de Tresali, Blanquina, Limón Montés, Teórica, San Roqueña, Raxao, Xuanina, Fuentes, Verdialona, Ernestina, Regona, Clara, Meana, Coloradona, Carrió, Solarina, De la Riega, Collao, Perico, Prieta, Perezosa y Panquerina.

No obstante, el Gobierno del Principado ya ha solicitado la incorporación de nuevas variedades para ampliar próximamente ese catálogo hasta cerca de las cuarenta de manera que se puedan acabar incluyendo todas las variedades asturianas. "Es bueno para la sidra, para los productores y para el patrimonio cultural-genético de la región", remarcan desde la Consejería de Desarrollo Rural ante la propuesta de ampliación de las variedades actuales en la DOP.

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