El PSOE no se siente solo. "Ni mucho menos", enfatizó ayer el nuevo portavoz socialista en la Junta. Marcelino Marcos Líndez no percibe a su grupo arrinconado ni aunque se haya evaporado el único apoyo que tuvo alguna vez en la legislatura, el de IU, ni aunque suba un nivel el volumen de la reprobación que viene desde casi todos los flancos de la oposición. Marcos Líndez tomó ayer posesión de la portavocía mirando "con optimismo" la oferta de diálogo de izquierdas que el presidente del Principado reiteró el viernes en la Junta y que casi antes de acabar de ser formulada habían rechazado ya los dos interpelados, IU y Podemos. Marcos responde "debilidad para nada" a la pregunta por la sensación que se apunta sin fisuras el resto de la cámara y añade que el Gobierno se ve fuerte para dar impulso a "todos los sectores económicos" de la región. "Cualquier otra cuestión que traslade el resto de los grupos", señala, "equivale a tratar de confundir la inteligencia de los asturianos".

Enseguida quedó claro que desde fuera no se ve igual. La Cámara ha visto a la pieza débil y ha tocado a rebato. La pérdida de apoyos y la amenaza de un viraje interno en el grupo dirigente del PSOE asturiano han hecho más férreo el marcaje de la oposición. La portavoz de Foro, Cristina Coto, llegó hasta la reclamación a Javier Fernández de que dimita o convoque elecciones por convertir su Gobierno en "el mayor esperpento institucional de la historia de Asturias", por falta de apoyos parlamentarios" o por sufrir "la censura de sus propios compañeros de partido". De ahí hacia abajo no hay contemplaciones. Tras dos dimisiones en un mes el pulso es "muy débil", la acompaña Nicanor García desde la bancada de Ciudadanos.

El Gobierno "se enroca", "cierra filas", sigue Gaspar Llamazares (IU), que descree de la propuesta de pacto de izquierdas entre otras razones porque llega en la semana que terminará, el viernes, con la Junta aprobando la reforma legal que rebaja del Impuesto de Sucesiones en cumplimiento del acuerdo entre el Ejecutivo y el PP. Un "punto de inflexión", interpreta Llamazares, "de la alianza del Gobierno con la derecha y su ruptura con la izquierda".

"A mitad de legislatura, Javier Fernández ha perdido una cuarta parte de sus consejeros", interviene el portavoz de Podemos, Emilio León. "Si esto no es una crisis de Gobierno, que nos expliquen qué es exactamente". El diputado de la formación morada reincide en que el Presidente ha extraviado el sustento interno después de que la militancia socialista "haya enmendado su gestión" y "va camino de perder también los apoyos parlamentarios", pero "el principal problema ya no son sus disputas internas, sino su falta de proyecto". La última oferta de diálogo es, remata, "como un anuncio de la Teletienda, tiene muy poca credibilidad".

Ciudadanos habla de "falta de ímpetu" y "de liderazgo" y de su previsible recaída tras el congreso socialista de septiembre y el PP, menos beligerante y más cauto en la enmienda de totalidad, más inclinado a la censura del caso concreto, prefiere exteriorizar por ejemplo el suspenso de la gestión educativa o situar el foco de la exigencia sobre Fernando Lastra, nuevo consejero de Infraestructuras, tras la gestión "con poca capacidad de diálogo y de reacción" de su antecesora, Belén Fernández.

En esas circunstancias, la Junta cerrará el periodo de sesiones sometiendo a aprobación tres proyectos legislativos. Además de la rebaja en el Impuesto de Sucesiones, están en el orden del día el plan asturiano de estadística y la reforma de la norma sobre alcohol y drogas para adaptar la publicidad de la sidra a la normativa de la UE.