El "pedrismo" pasa factura en la tercera remodelación del Grupo Socialista en el Congreso a diputados que se alinearon decididamente con Susana Díaz, como el asturiano Antonio Trevín. El expresidente del Principado deja de ser portavoz del PSOE en la comisión de Interior, en la que estaba desde hace más de cuatro años. y en la mixta de Seguridad Nacional aunque asumirá la portavocía adjunta de Fomento.
Antonio Trevín, que fue tras Adriana Lastra, la nueva vicesecretaria general del PSOE, en la lista electoral por Asturias, conoció su relevo en la noche del pasado lunes a través de Rafael Simancas, secretario general del Grupo Socialista. "El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó", fue la respuesta, en clave bíblica, de Trevín a Simancas, y que colgó también en su página de Facebook. Trevín había dicho esa mismas palabras, del Libro de Job, cuando le preguntaron, meses atrás, por las críticas realizadas por Adriana Lastra, con motivo de su relevo de la Diputación Permanente del Congreso, una decisión adoptada por la comisión gestora presidida por Javier Fernández tras la dimisión de Pedro Sánchez. La nueva reubicación y reparto de tareas en el Grupo Socialista en el Congreso es consecuencia de los cambios derivados de los resultados de las primarias y el congreso federal del PSOE, tras el cual el secretario general, Pedro Sánchez, ha aumentado de manera ostensible su control sobre las distintas instancias del partido. Es la revancha del "pedrismo" después de que el pasado año la gestora relegase a las parlamentarias asturianas Adriana Lastra y a María Luisa Carcedo, en los cargos de responsabilidad que tenían en los grupos del Congreso y el Senado, respectivamente.
Además de Trevín, otros diputados "susanistas" se han visto relegados en el Grupo Socialista, como es el caso del filósofo Manuel Cruz, sustituido en la portavocía de Educación, aunque los portavoces andaluces siguen en sus puestos. Trevín ha desempeñado un activo papel en la comisión de Interior, donde mantuvo intensos cara a cara con el ministro Jorge Fernández Días sobre la "policía política", la ley y la llamada "ley mordaza", defendió la UTE de Villabona y fue uno de los promotores del "pacto antiyihadista".
