Aragón y Canarias son las únicas regiones que apuestan por abaratar los estudios superiores. El resto los congela a falta de que alguna, como Madrid, se pronuncie.

Casi todas las comunidades autónomas subieron el coste de las tasas en cuanto el Gobierno se lo permitió al inicio de la crisis.

La desigualdad en los estudios superiores ha llegado a que en Cataluña y Madrid estudiar un grado puede triplicar el precio de Galicia o Extremadura.

Cuando la crisis apretaba, con el ministro José Ignacio Wert al frente de la cartera de Educación, el Gobierno decidió permitir a las comunidades autónomas que subieran el precio de los estudios universitarios, y pocas lo dudaron. Casi todos los Ejecutivos regionales se aferraron a la idea con interés y jugaron al alza, con más o menos entusiasmo, con el margen que les daba el Ministerio de Educación.

Hoy cuando la normativa estatal permite comenzar a abaratar las tasas públicas, el interés para devolver los precios a donde estaban en 2012, o al menos acercarse, es más pequeño.

Solo dos comunidades autónomas han anunciado que bajarán el precio de las tasas universitarias: Aragón y Canarias. Junto a Asturias, Andalucía, Castilla La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Extremadura, Galicia y las Islas Baleares han anunciado que las mantendrán congeladas.

El resto aún no lo ha hecho oficial, pero es la línea que han mantenido en los últimos años. Queda la duda de Madrid, que si sigue en la dinámica que mantiene Cristina Cifuentes desde que es presidenta hace dos años, las bajará (aunque todavía está muy lejos de compensar la subida previa que sufrieron).

Según los datos que maneja la Conferencia de Rectores (CRUE), -con cifras hasta el curso 2014/2015- el importe medio de una matrícula universitaria en Galicia era de 713 euros, en Asturias de 1.028 euros y en Castilla y León de 1.400 euros, solo superada esta última por Cataluña con 2.011 euros de media por curso y Madrid con 1.820.

El Observatorio del Sistema Universitarios de Cataluña, que estudió en un informe los precios de la universidad en toda España para el curso que ahora finaliza, concluyó respecto a este galimatías que "en general, los precios y los criterios para su establecimiento no son coherentes entre comunidades autónomas, no tienen justificación aparente, explicitada en los decretos de precios, y, en algunos casos, no se atienen a las normas dictadas en la ley".

Ahora mismo, estudiar el mismo grado puede ser hasta tres veces más caro en una universidad que en otra. Cataluña, Madrid y Castilla y León fueron las comunidades que más subieron sus precios cuando pudieron. Galicia, Extremadura y Cantabria, en el otro extremo, apenas los han tocado.