Cabárceno era su casa y a Cabárceno volvió "Furaco", el oso macho que compartió cercado con las osas "Paca" y "Tola" y que fracasó en su intento de generar descendencia asturiana. La Naturaleza dicta sus leyes.

"Furaco" vivió nada menos que nueve años en las instalaciones gestionadas por la Fundación Oso Asturias (FOA) en el concejo de Santo Adriano, donde comienza la Senda del Oso, uno de los grandes alicientes turísticos asturianos. Estaba más que acostumbrado a su entorno pero ayer, muy de mañana, se mostró colaborador con el pequeño grupo de técnicos que participaron en el traslado, apenas seis personas entre las que no había ningún extraño para el animal. "No fue necesaria ni siquiera una sedación", señaló el director de la Fundación Oso, José Tuñón.

A mediodía "Furaco" ya había llegado al parque natural cántabro donde se le había levantado unas instalaciones específicas. El macho tiene veinte años de edad y ha traspasado, al menos en teoría, las dos terceras partes de su ciclo vital. En Cabárceno también tendrá que acostumbrarse a la cercanía del ser humano, a veces más ruidoso de la cuenta.

La Fundación Oso recordaba ayer los motivos por los que este macho de presencia noble había llegado a Asturias: participar en un proyecto de reproducción y cría en cautividad junto a "Paca" y "Tola".

"Furaco" llegaba con las mejores referencias biológicas pero la reproducción no fue posible, y fuentes de la Fundación Oso reconocían ayer que la presencia en el Principado de Furaco "carecía ya de finalidad". El regreso era inevitable.

Técnicos del parque de la naturaleza de Cabárceno participaron ayer en las operaciones de traslado, coordinado por la Fundación Oso de Asturias y que contó con la colaboración de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales.

Muchos visitantes al cercado de "Paca" y "Tola" ya daban por hecho que "Furaco" había regresado a Cabárceno y se sorprendían de su presencia junto a las dos osas. Su tralado se demoró precisamente para que en el parque cántabro se habilitara un espacio para el nuevo inquilino.

Las relaciones entre la Fundación Oso Asturias y el Parque de la Naturaleza de Cabárceno son especialmente fluidas. No había prisa por decir adiós al que fue uno de los alicientes de la instalación asturiana.

La Fundación reconocía ayer "la mayor gratitud" al parque de Cabárceno "por la generosa colaboración y profesionalidad" mostrada durante todo el proceso. La única pega fue que "Paca" y "Tola" no lograron ser madres, pero este es un asunto que trasciende de los técnicos asturianos y cántabros.