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El apellido de ella pudo más

"Mi madre preguntó si obligué a mi marido a permutar los apellidos", dice la ovetense Graciela Fonseca, cuya hija llevará primero el materno

Graciela Fonseca acudió ayer al Registro Civil de Oviedo para modificar el libro de familia. E. M. CH.

Rufino Mecías y Graciela Fonseca llegaron al Registro Civil de Oviedo ayer, poco antes del mediodía, para incluir a su primera hija, Valeria Fonseca Mecías, en el libro de familia. La primogénita de esta pareja ovetense es uno de los cinco bebés que han antepuesto el apellido materno al paterno de los 58 nacimientos registrados en la ciudad desde el cambio de normativa al inicio de este mes.

Mecías y Fonseca realizaron la inscripción en el Hospital Universitario de Asturias (HUCA) donde ya les preguntaron si deseaban hacer el cambio. "En poco más de 20 minutos teníamos todos los papeles listos" aseguró Rufino Mecías que insistió que le da "exactamente lo mismo" que su hija lleve antes el apellido de su madre. "Íbamos con la idea de cambiarlo porque nos gustaba así", comentó Graciela Fonseca que sí hizo mención a la reacción de su madre que le preguntó si había obligado a su marido a poner su apellido el primero. La visita al registro de los flamantes papás es de las pocas que se realizan de forma presencial, según indica el personal.

La mayoría de inscripciones se hacen por vía telemática desde el hospital y sólo acuden a la oficina en caso de faltar algún papel, la firma de uno de los padres o -como en el caso de esta pareja- para solicitar el libro de familia, un trámite que no hacen en el centro sanitario.

En Avilés, de los 18 bebés registrados desde el 30 junio, sólo a uno le fue permutado el orden de los apellidos. De este modo, quien por el sistema anterior se habría llamado María García Mori, ha sido llamada María Mori García. En otros casos en los que el apellido de la madre era más singular, los padres optaron por no alterar el orden. En 5 de los 18 casos, los dos apellidos eran iguales.

En líneas generales, el personal del Registro apunta a que el apellido paterno es el que predomina. Indican además que, por el momento, no se ha producido ningún caso de disconformidad entre los cónyuges en el que hayan tenido que intervenir para decidir el orden de los apellidos del bebé. Añaden que muchas permutaciones no tienen cabida porque ya tienen un primer vástago y es obligatorio que los hermanos compartan apellidos.

Desde la entrada en vigor de la reforma de la normativa el 1 de julio los padres han de ponerse de acuerdo en el orden de los apellidos y firmar sendos papeles que acrediten su decisión aunque la permuta de los apellidos ya se podía hacer desde el año 2000 a través de una solicitud al juez y una declaración de mutuo acuerdo.

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