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ADRIÁN BARBÓN | Candidato a la secretaría general de la FSA

"Mi candidatura no es fruto de la decisión de cuatro en un despacho"

"Si se traslada a Asturias el nuevo marco de relaciones entre el PSOE y Unidos Podemos cabe una vía de diálogo en la izquierda"

Adrián Barbón, candidato a la secretaría general de la FSA. FERNANDO GEIJO

Compromete dedicación exclusiva a la Federación Socialista Asturiana (FSA), siempre y cuando gane las primarias para la secretaría general del PSOE de Asturias, una carrera en la que Adrián Barbón parte favorito al ser el candidato de las plataformas de apoyo a Pedro Sánchez, que lograron una victoria holgada en Asturias en mayo. En noviembre declaró a LA NUEVA ESPAÑA que "llegado el momento" se posicionaría sobre el futuro de la organización en Asturias. Lo ha hecho: tras nueve años de Alcalde en Laviana da el salto al escenario de la política regional.

- ¿Por qué da este paso?

-No se trata de un paso personal sino colectivo, un paso al frente de muchísima gente. Nuestra candidatura es consecuencia de la decisión de más de mil compañeros de toda Asturias, que se reunieron, fijaron posición política y definieron quién de nosotros debía encabezar el proyecto colectivo.

- ¿Necesita la FSA, tras este año convulso, un esfuerzo de integración como el que afrontó Javier Fernández en 2000?

-La FSA necesita sobre todo un esfuerzo de participación. Las primarias van a venir bien al partido porque suponen una movilización democrática y podemos trasladar una imagen fortalecida. En la candidatura del cambio no sólo estamos quienes apoyábamos a Pedro Sánchez sino gente que estaba con Susana Díaz o Patxi López y que ya se han integrado como uno más. En nuestra candidatura ya se está produciendo esa integración.

- ¿El cambio del que habla es imprescindible tras el Comité Federal del 1 de octubre?

-El cambio que defendemos en Asturias va muy ligado al cambio que acaba de iniciar el socialismo español. Este momento de cambio del socialismo, que está reconectando con la sociedad española y ganando confianza, también debe tener su eco en Asturias. Ahora el cambio toca aquí, con un proyecto mucho más participativo.

- ¿Se siente favorito tras la cómoda victoria en Asturias de Pedro Sánchez?

-La decisión corresponde a los militantes. Pero siento que parto con una gran ventaja y no por el resultado de las primarias sino por cómo nace la candidatura que encabezo. No me presento porque cuatro lo deciden en un despacho. Me presento tras un proceso donde lo han pedido más de mil militantes de los ocho mil que somos en la FSA.

- ¿Y además de ese millar cuenta con el aval de Adriana Lastra, la vicesecretaria general del PSOE?

-Sí, hay avales personales que me parecen fundamentales. No oculto a la gente que me apoya, es bueno que la militancia sepa quien respalda a cada candidato. Una de esas mil personas es Adriana Lastra, una militante socialista asturiana que me conoce desde joven y sabe mis virtudes y mis defectos. Y me apoya el presidente de la FSA, Pablo García, historia viva de la Federación.

- Empieza la captación de avales. ¿La caza de la firma será tan tensa como en abril o el afiliado está cansado?

-Espero que la gente pueda avalar en libertad y no se repitan las presiones que vivimos en las primarias federales. Hubo afiliados que me dijeron que habían avalado, digamos, con ciertas indicaciones de otra gente. Estamos en un mes veraniego pero palpo que la gente tiene ganas de avalar y votar. Espero que sea una campaña con mensajes en positivo de dos modelos, el nuestro del cambio y el otro, de más continuidad. Espero que no haya calumnias ni descalificaciones. En el proceso federal cuanto más se presionó, más se movilizó el voto a Pedro Sánchez porque la militancia es un juez inapelable.

- ¿El próximo secretario general de la FSA debe ser candidato autonómico en 2019?

-No, yo vengo para dedicarme con carácter exclusivo a la secretaría general. El partido necesita mucho trabajo. Pensamos en nuevas secretarías, una de dinamización de las agrupaciones, otra para pequeños municipios o una secretaría de apoyo a los grupos socialistas en la oposición. Si me eligen secretario general, mi despacho va a ser toda Asturias.

- ¿Entonces se autodescarta como candidato autonómico?

-Sí, el carácter exclusivo de la secretaría general es clave para la reconstrucción del proyecto.

- ¿Entonces renunciará a la Alcaldía de Laviana?

-Mantener la secretaría general y la Alcaldía sería incompatible. Flaco favor haría a mis vecinos y a los compañeros de partido. Sería una transición lógicamente ordenada.

- Podemos e IU ven más fácil entenderse con un PSOE dirigido por Adrián Barbón.

-No entro a las valoraciones de otros partidos. Si soy elegido reforzaré la propuesta que ha realizado el Presidente sobre el pacto de la izquierda. Los votantes no entienden que habiendo una mayoría parlamentaria no se plasme en un acuerdo estable.

- ¿Le pareció mal cuando el PSOE pactó dos Presupuestos con el PP?

-En aquel momento no hubo otra posibilidad. Pero yo no hablo del pasado, me centro más en el futuro. Si se traslada a Asturias el nuevo marco de relaciones entre el PSOE y Unidos Podemos, cabe una nueva vía de diálogo en Asturias.

- ¿Cuáles son las claves de su proyecto?

-Creemos en un modelo muy participativo. Es necesario trasladar a Asturias las novedades del Congreso federal e incorporar otras. Los estatutos de la FSA reflejarán que los pactos de gobierno sean aprobados por la militancia. Vamos a crear una secretaría de Memoria Histórica. Y tenemos que actualizar el discurso para abordar la crisis demográfica, el cambio climático, la Asturias industrial, el municipalismo, una transición energética que garantice una reserva estratégica con el carbón autóctono y los jóvenes. El proyecto de nuestra candidatura aborda cómo soñamos la Asturias del futuro.

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