Un hombre de 35 años y una mujer de 23 han sido detenidos en Oviedo y Santiago de Compostela por forzar a la prostitución a jóvenes a las que contrataban para trabajar en centros de masajes que en realidad eran prostíbulos. Las víctimas eran obligadas a realizar prácticas sexuales de todo tipo, como el "final feliz" y otros, y eran vigiladas mediante cámaras de vídeo, con infrarrojos y micrófonos ocultos.

La pareja captaba a mujeres jóvenes en páginas de anuncios y les hacían una entrevista. Una vez que les daban el visto bueno, las hacían firmar un contrato de confidencialidad, según el cual estaban en teoría obligadas a guardar secreto sobre los trabajos que realizaban en la empresa por la que habían "fichado".

Pero la realidad nada tenía que ver con el contrato que habían firmado. Según la Policía, se las obligaba a practicar masajes eróticos que derivaban en todo tipo de prácticas sexuales, durante las que las jóvenes eran controladas con cámaras de vídeo y también de infrarrojos, que permitían captar imágenes incluso en situaciones de penumbra. Durante los registros en los centros de Oviedo y Santiago también se encontraron micrófonos ocultos, además de ordenadores portátiles, documentación y unos 5.200 euros en efectivo.

Si las jóvenes se negaban a realizar prácticas sexuales, se les amenazaba con el despido y que no cobrarían ni salario ni indemnización alguna.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de mayo en Santiago de Compostela, al tener conocimiento la Policía de la existencia de prácticas de prostitución en centros de masajes. Las pesquisas las realizaron agentes del Grupo operativo de Extranjeros de la Brigada de Extranjería y Fronteras de la ciudad gallega en colaboración con compañeros de esta misma brigada en Oviedo y bajo la tutela del Juzgado de Instrucción 1 de Santiago. Los dos detenidos han pasado a disposición judicial.