El Restaurante Blanco ha conseguido evolucionar con los tiempos y estar en perfecta sintonía con la clientela. Desde sus inicios, a finales de la década de los setenta, ha sido así. Este negocio familiar que va ya por la tercera generación de los Blanco, ha conseguido, por méritos propios, hacerse un hueco entre los mejores de la hostelería regional. El restaurante basa su oferta gastronómica en la calidad de sus materias primas procurando, dentro de lo posible, que sean autóctonas. Define su cocina como "asturiana actualizada", y su filosofía se mantiene fiel al objetivo de preservar las cualidades propias de los mejores productos de temporada, creando de este modo una carta que se renueva estacionalmente para ofrecer lo mejor en cada momento. De la cocina que dirige Daniel López salen a diario platos como ensalada de bogavante, chipirones de anzuelo rellenos, tostas de jamón ibérico y foie, ventrisca de salmón ahumado o solomillos de pato con foie y manzana al romero comparten protagonismo con la siempre deliciosa fabada, la tabla de quesos asturianos, el arroz cremoso con bogavante o el ceviche de vieiras.

En 1978 abrieron sus puertas, y pueden presumir de que el éxito les ha acompañado casi desde el principio. ¿Cómo ha sido su evolución durante todos estos años?

El negocio familiar empezó en el año 1968, cuando mis abuelos abrieron una tienda de ultramarinos. Diez años después esa tienda se convirtió en un hostal de dos estrellas con 12 habitaciones, cafetería y comedor. Las cosas iban bien, y tres años más tarde, en 1981, ampliamos el hostal. En 1989 llevamos a cabo una nueva ampliación, y el hostal paso a ser un hotel que, en la actualidad, tienen cuatro estrellas, piscina, spa, gimnasio, salones para banquetes€, la verdad es que no nos podemos quejar, ya que en 50 años se ha pasado de una tienda de ultramarinos a un hotel de más de 50 habitaciones y unos servicios de primer nivel. En cuanto a restaurante, sí que abrió sus puertas en el 78, y ha tenido una evolución acorde con los tiempos, por eso creo que hemos llegado hasta aquí. El restaurante ha sido el centro de todo, a media que este crecía y la demanda de la clientela se incrementaba, crecía el resto. En el año 2004 entramos a formar parte de "Mesas de Asturias" y el balance ha sido positivo. Es un sello de calidad que te exige mucho, pero es lo que queremos en todo lo que concierne a nuestro trabajo: dar siempre el máximo y que nos pidan más.

La cocina de su establecimiento se define como tradicional actualizada€

Es una cocina tradicional que ha sabido coger lo mejor de las diferentes cocinas del mundo, y creo que nuestra carta es cada vez más internacional, aunque sin dejar de lado las recetas de siempre como los guisos o la fabada, que siempre triunfa. Nuestros cocineros lo que intentan es darle un nuevo aire a las recetas de siempre, ya sea añadiendo nuevos ingredientes, utilizando otros métodos de elaboración€

Parece que la clave está en las materias primas€

Es innegable que la calidad de los ingredientes es fundamental, y en el norte de España tenemos la suerte de contar con materias primas excelentes. Nosotros solemos ir a ferias alimentarias e intentamos surtirnos siempre de productores locales y de la región, el 90% de nuestras carnes y pescados son del Occidente, aunque determinados productos los traemos de fuera, caso de los corderos lechales o el cochinillo, que son de Segovia. Todos nuestros quesos son del Principado y buscamos siempre ofrecer productos frescos como, por ejemplo, el atún rojo o los mariscos.

Mariscos que proceden de su propio vivero, ¿disponer hoy en día de uno es un plus?

Es síntoma de calidad y de que lo que van a consumir son bogavantes, nécoras, bueyes, centollos o langostas frescos, aunque ya lo van a notar en la textura y en el sabor. La mayoría de los establecimientos hosteleros de las zonas costeras y con puerto de mar tenemos vivero propio, quizá en las ciudades de interior ya es más complicado encontrarlos.

En su caso, la calidad gastronómica va asociada a una excelente bodega. ¿Un buen vino es el mejor compañero?

En cuestión de vinos estamos continuamente trabajando e intentando mejorar la carta. Creo que en la zona somos, junto con Casa Consuelo, los que mejor bodega tenemos. Actualmente rondamos las 180 referencias con una excelente relación calidad- precio. Son vinos de la región, nacionales y algunos internacionales, y hay para todos los gustos y presupuestos, aunque la gran mayoría son asequibles y sus precios están adaptados a los tiempos actuales, están en una franja media. Nuestra carta de vinos está muy compensada.

En una época donde la innovación invade todos los ámbitos, ¿en la cocina sigue primando la tradición?

La cocina tradicional asturiana funciona bien porque en el Principado se come muy bien. Nosotros lo sabemos, pero también creo que hay que ir siempre un poco más allá, hay que buscar cosas diferentes para no encasillarse y diferenciarse del resto. Para nosotros esto es muy importante, por ello siempre estamos al corriente de todas las novedades en cuestiones de maquinaria, recetas y nuevas técnicas. Próximamente vamos a incorporar un horno de brasa y una maquina de maduración de carnes en seco, lo que hace que estas se ablanden y adquieran mas potencias de sabor. Podría decirse que esta máquina hace que la carne, como pasa con el vino, mejore con el tiempo. En mi familia siempre hemos apostado mucho por las nuevas técnicas, hay que evolucionar y no quedarse estancado.

¿Estos cambios en la restauración han llegado a la clientela?

La clientela cada vez sabe más de cocina gracias a las redes sociales y a los programas de televisión. Hoy en día, todo el mundo opina y sabe, la gastronomía está en boca de todos y en cierta manera hace que el cliente sea más riguroso y controle todo mucho más, algo que a nosotros nos encanta. Desde siempre se nos ha exigido mucho, somos un negocio familiar que ha crecido muy rápido, que ha sabido hacer las cosas bien, y esto provoca que en ocasiones te lo miren todo con lupa, pero queremos que sea así, ya que nos obliga a estar siempre alerta, pendientes de todo, y evita que nos acomodemos. Nos gusta que nos hagan críticas, sean o no constructivas, porque eso nos anima a seguir mejorando.

¿Cuál es su producto de temporada favorito?

- La gente que viene de fuera, los turistas que no son de Asturias, suele pedir mucha fabada, pero hay muchas otras recetas recomendables como el arroz con bogavante, un buen pescado o una buena carne. Sinceramente, no sabría elegir ni decantarme por un plato u otro. No tenemos especialidades, todos nuestros platos están muy bien

Qué ver en Navia

Foto cedida por la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado de Asturias / Juanjo Arrojo

Navia es una de las villas asturianas más pobladas y dinámicas, con una animada vida mercantil, industrial y turística prácticamente diaria. Una actividad constante debida, en gran parte, al empuje de la industria láctea, de sus astilleros, de una de las más eficientes plantas de celulosa de Europa, así como de su agricultura extensiva, la pesca, el turismo o el ser parada obligada del Camino de Santiago. Todo ello hace de la localidad un lugar próspero y poco común entre las villas asturianas, más acostumbradas a la dependencia económica de un único sector. El comercio también está fuertemente implantado. Con una población de unos 6.000 habitantes, podría decirse que es el mayor núcleo de la costa occidental asturiana, además de la capital de un municipio con mucha actividad comercial y numerosos atractivos; muchos de ellos inéditos para el turista

La localidad, que se asienta en la margen derecha de la ría del mismo nombre, ha ido ganando terreno a la misma y sus marismas. En el casco urbano coexisten restos del trazado medieval junto con otros heredados del ensanche decimonónico y los nuevos barrios de las últimas décadas. Navia conserva con mimo el legado de su historia y sorprende la belleza arquitectónica de la Casa de los Marqueses de Santa Cruz y la Casa de Coaña, ambas del siglo XVII. También destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de La Barca, de estilo neogótico, de finales del siglo XIX. En el siglo XX, se levantaron varios edificios eclécticos, como los del entorno de los "Jardinillos", el Palacio Arias o el propio Casino, construido en 1922 por los indianos.

En cuanto al puerto naveto, en el mismo coexisten barcos de todo tipo: desde las típicas lanchas de pesca, hasta los grandes barcos de mercancías, pasando por el tamaño medio de pesqueros, veleros y yates o remolcadores. Aquí se concentra gran parte del ambiente de Navia, pues los alrededores del propio puerto están bien surtidos con tascas y sidrerías. Paralelo a la ría (que es navegable en 4 kilómetros, y donde desde 1958 se celebra el famoso Descenso a Nado), discurre un hermoso paseo marítimo que conduce a la pequeña playa de Navia (360 metros). En su entorno se extiende una gran área recreativa con un frondoso y bucólico pinar que invita a descansar bajo su sombra. La magia del sitio se completa con el pequeño lago "Vega de Arenas".

Más información en:

www.turismoasturias.es

www.blancorestaurante.net