Coti Sorokin (Rosario, Argentina, 1973) desembarca el próximo 9 de agosto en el Jardín Botánico Atlántico, "un lugar que me enamoró" para ofrecer un concierto íntimo, cercano, en el que el público tendrá un papel importante en el resultado final. En ese ambiente relajado no descarta cambiar la tradicional copa de vino con la que calienta la voz antes de subir al escenario por un culín de sidra. "Es muy difícil, pero lo intentaré", de la misma manera que intentará conectar con el público gijonés de una forma llana, sencilla, sin aditivos, respetando al máximo la música y la forma en que se crea.
- ¿Qué se va a encontrar la gente que vaya a verle al Botánico?
-El concierto está enmarcado en una gira que he llamado "Cercanías y confidencias" porque es una serie de conciertos que empecé a hacer el año pasado y que son una mezcla entre una charla, una conferencia y un concierto, la mezcla perfecta. Está dando un resultado muy satisfactorio, tanto la gente como nosotros nos vamos muy contentos y ya llevamos más de cuarenta conciertos en este formato. Es un híbrido entre teatro y música porque además montamos un escenario muy parecido a lo que es mi taller de trabajo, con mis instrumentos, mi lugar donde escribo y compongo. Intentamos recrear esa situación.
- ¿Va a contar alguna de esas confidencias que solo conoce usted y su guitarra?
-Claro, muchas, de eso trata el concierto. La gente que vino a muchos conciertos míos anteriores se sorprende, no me ha visto nunca así ni ha escuchado esas anécdotas e historias. Además de cantar cuento vivencias, recuerdos y el contexto de muchas canciones que incluso la gente desconoce que escribí yo.
- ¿Cómo compone Coti?
-Trabajo en un taller, escribo casi todos los días. Empiezo por los textos y luego voy musicalizando, dando forma. De eso se trata, de recrear la parte de grabación y producción musical específicamente. También hay un momento en el que muestro cómo voy montando diferentes capas de una grabación, superponiendo instrumentos, haciendo una pequeña demostración en vivo. Es un buen momento para compartir y cantar temas que han sido parte del cancionero español de los últimos años.
- No son solo las canciones que la gente asimila directamente a Coti, sino muchas más que usted compuso para otros.
-Sí y este concierto es el momento ideal para conocer toda esa faceta, esas historias que hay detrás de las canciones. La gente se va muy sorprendida porque igual sabía de alguna pero no de todas. Es muy bonito ver la cara de sorpresa de mucha gente cuando canto por ejemplo "Color esperanza".
- ¿Qué diferencias hay entre el Coti cantante y el Coti compositor?
-Son dos caras de la misma moneda, como el yin y el yang, uno necesita del otro. Son dos partes que conviven, una se nutre de la otra, no podría quedarme en mi habitación encerrado y no salir de gira. Es como la sístole y diástole, es parte del devenir del artista que recoge historias y vivencias de las giras, de ese intercambio cercano con el público, que es maravilloso. Creo que son los conciertos que más he disfrutado en los últimos años. No solo en teatros, sino en sitios muy especiales.
- Como el Jardín Botánico.
-Exacto. Es un sitio hermoso que conocí, estuve allí en una representación y se adecua mucho a esta gira y este formato. Fue casi una petición expresa mía, me enamoré del sitio y quería cantar ahí. Va a ser una noche especial, maravillosa.
- ¿Qué fue de aquel Coti que llegó a principios de siglo a España rompiendo las listas de éxitos?
-Sigo trabajando con el mismo nivel de exigencia, la misma dedicación y la misma pasión. No ha cambiado prácticamente nada, excepto que uno va cogiendo más experiencia, aprendiendo, sintetizando, eligiendo y cambiando para bien. Esta gira es parte de esa evolución, de entender y ver que hay mucha gente a la que le interesa sentirse parte y escuchar a los artistas desde otro punto de vista más cercano, más íntimo y confidente.
- Esto choca con la nueva industria musical .¿Se está perdiendo esa esencia?
-Justamente este es un formato de resistencia a esta frialdad que se está viviendo en la música. Los artistas están cada vez más lejos de la gente y que la gente escucha las canciones como algo de usar y tirar, sin importar siquiera quién la canta o cómo se llama. Simplemente escucho esto, le doy, me canso, viene otra, y así. Es un ejercicio más de consumo puro y duro. Esto es todo lo contrario, es sentirse parte de la banda sonora que forma parte de la vida de mucha gente, como "Color esperanza" que fue un himno de la voluntad y la lucha de mucha gente que ha estado mal, o "Antes que ver el sol" o "Nada fue un error" que forman parte de amores o desamores de las personas en diferentes partes del mundo de habla hispana.
- Entiendo que es reticente a esa forma de hacer las cosas.
-No comulgo en absoluto con ese nuevo formato de consumo de la música y por eso con esta serie de conciertos quiero también demostrar que hay otra forma de acercarse a la música, más humana, más vital, más real, más noble, más orgánica y, sobre todo, más cercana. Es la muestra de que hay otra manera de hacer las cosas y que la gente la disfruta.
- ¿Después de tantos años viviendo en España se considera más un argentino afincado en España o un español que nació en Argentina?
-(Risas) Un poco de las dos cosas. No soy de aquí ni soy de allá, y soy de los dos sitios. A mí me ha sumado mucho España. Me ha sumado nuevos olores, paisajes, gente, cariño, amores, experiencias. Todo se ha sumado a mi mundo, a lo que yo conocía, un montón de vivencias hermosas que a estas alturas ya son parte de mi definición como persona y como músico. Lo estoy disfrutando más que nunca, viviendo un poco allí y un poco aquí.
- ¿Hacia dónde va el futuro de Coti?
-Va hacia seguir con mi espacio vital y mi manera de comunicarme con el mundo, que es hacer música, crear nuevos discos, canciones, siempre planteándome nuevos desafíos que me parezcan interesantes. Ahora tengo planeado hacer esta gira, "Cercanías y confidencias", en Argentina, ya que hasta ahora solo lo hice en España y pensando en más adelante, estoy trabajando en un nuevo disco para el año que viene.
