"Los deberes escolares no pueden suponer una carga añadida de imposible incumplimiento al alumnado, que requiera además ayuda externa". Esa es la reflexión que hizo ayer el consejero de Educación y Cultura, Genaro Alonso, tras incluir su departamento por primera vez en la circular de inicio de curso las pautas de las tareas para casa. Alonso exige al profesorado "coordinación" y que los deberes se organicen "de acuerdo a la edad y a la condición del alumnado". Para el titular de Educación, las tareas extraescolares "deben tener la finalidad de potenciar la autonomía de los estudiantes, ya que en ningún caso son un ejercicio para que los escolares tengan que hacer por su cuenta trabajos".

La Consejería señala en la circular de inicio de curso algunas características "deseables" para las tareas escolares y "que los centros deberían tener en cuenta al establecerlos". Por ejemplo, deben diseñarse para ser realizadas autónomamente por los alumnos sin que sea precisa la ayuda de sus padres o terceras personas, "aunque se pueda solicitar su supervisión y control". La circular califica además de "muy conveniente" "prever tiempo suficiente para su revisión y corrección en las clases".

Genaro Alonso también se refirió ayer a las 2.772 plazas ofertadas a interinos este año, que suponen un aumento de 101 con respecto al curso anterior. El titular de Educación prevé no obstante "un ajuste o a un aumento" de la oferta en septiembre, una vez se conozcan las verdaderas necesidades de unidades. "No hay ninguna pretensión de ahorro ni de recorte. Todo lo contrario: seguimos empeñados en una educación de calidad", reivindicó Alonso. La revisión de septiembre tiene como objetivo "cubrir todas las necesidades educativas que tengamos".

Asimismo, el Consejero se congratuló de la creación de diez nuevas unidades y del aumento de 33 técnicos educativos previstas para este año en las red de cero a tres años, debido a un repunte del alumnado. Con respecto al recurso del PP contra el plan del piloto del asturiano como lengua vehicular, Genaro Alonso opinó que la decisión de los populares "prueba su odio atávico al asturiano". "Resulta paradójico que por una parte invoquen la libertad de elección de centros y por otro, quieran cerciorar la libertad a la lengua asturiana", agregó. El PP argumenta, por su parte, que el plan "en modo alguno se ajusta a la ley y a la normativa vigente".